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Revista UNINPAHU No 9

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46 Pp 41 - 52. Nº 9, octubre de 2013<br />

información y cultura pero para que sea pública<br />

deber ser un régimen legal y organizativo que<br />

asegure la autonomía y el pluralismo. (Delgado,<br />

1992), (Rincón, 2005). Los servicios públicos<br />

se financian generalmente con impuestos o<br />

tarifas. Para financiar una televisión pública es<br />

muy difícil que llegue un recibo de cobro; sin<br />

embargo, el público es quien paga este servicio<br />

al consumir los productos que allí aparecen.<br />

(Garcés, 1985).<br />

La televisión comercial apareció oficialmente<br />

en 1955, cuando el gobierno decide delegar<br />

a la empresa TVC (Televisión Comercial)<br />

la explotación de algunos espacios en la<br />

programación del canal nacional. (Stamato,<br />

1994). Entonces, aparecen programas enteros<br />

financiados por una empresa; surgieron “Los<br />

postres Royal preguntan”, “Toros de actualidad<br />

Icollantas”, “Telepáticos chiclets Adams”,<br />

“Gánele al reloj con Philips”, entre otros. Esta es<br />

la experiencia para la aparición del sistema mixto.<br />

Desde ese momento, se asomó un nuevo<br />

modelo de televisión y de negocio mixto entre lo<br />

público y lo privado que quería dar gusto a las<br />

dos partes, en la cual el Estado subcontrataba<br />

espacios de televisión al sector privado. Esto<br />

significó que dentro de la franja de los canales<br />

públicos, se daban en arriendo espacios para<br />

que la empresa privada tuviera sus propios<br />

programas de televisión. Para el canal significaba<br />

una variedad de programación, aunque los<br />

contenidos culturales eran cada vez menos. En<br />

1961, la Televisora Nacional transmitía 45 horas<br />

semanales, de las cuales 28 estaban dedicadas a<br />

la televisión comercial, 5 a la educativa y 10 a la<br />

cultural. (Stamato, 1994).<br />

Estas relaciones entre Estado y empresa privada<br />

y las ambigüedades de una misión que intentaba<br />

equilibrar lo cultural y lo comercial generó no solo<br />

una nueva manera de concebir la televisión, sino<br />

que se empezaron a gestar las programadoras<br />

o productoras privadas con miras a ser canales<br />

privados y, de hecho, empezaron a consolidarse<br />

los grupos económicos del país que son sus<br />

dueños y gestores. (Rey, 2002).<br />

Las cadenas nacionales con programadoras<br />

comerciales eran el Canal 7 (posterior Cadena<br />

Uno) y el Canal 9 llamado Teletigre (de 1966 a<br />

1971 y posterior cadena dos) y el espacio para lo<br />

exclusivamente cultural, era la Cadena Tres. Aun<br />

así, el Estado era quien controlaba la emisión de<br />

las ondas y los equipos que efectuaban el proceso.<br />

Pero contradictoriamente, a la hora de invertir<br />

recursos públicos o los millonarios préstamos<br />

internacionales que estaban destinados al<br />

fortalecimiento de la tercera cadena para llevar<br />

educación formal y cultural a muchos lugares del<br />

país, se destinaron dichos recursos al apoyo<br />

de las programadoras privadas de las cadenas<br />

uno y dos, que según un informe financiero<br />

de la Contraloría General de la República de<br />

mayo de 1989, fue un “subsidio inconveniente<br />

para las programadoras privadas” (Delgado,<br />

1992, p. 336). El argumento básicamente era<br />

que si la televisión es un servicio público, que<br />

ayudaba al sector privado con recursos para<br />

que produjera una mejor televisión, se estaría<br />

beneficiando al público.<br />

2.2. La producción informativa<br />

En el principio del período mixto, los espacios<br />

informativos también eran patrocinados por<br />

una única empresa; así tenemos en la parrilla<br />

de programación a “Repórter Esso” de Punch,<br />

el programa periodístico “El mundo al vuelo”<br />

patrocinado por Avianca y Publicidad Toro,<br />

y el “<strong>No</strong>ticiero económico Suramericana”,<br />

que después se llamó <strong>No</strong>ticiero 10 pm. Otro<br />

programa periodístico que nació en los albores<br />

de la televisión, fue Controversias, que estuvo<br />

al aire entre 1959 y 1966, ocupó uno de los tres<br />

programas con mayor sintonía en 1965 y obtuvo<br />

un premio Nemqueteba como mejor programa<br />

de pánel.<br />

Los programas o noticieros mencionados<br />

anteriormente y sus directores, tenían la<br />

particularidad que pensaban en “la noticia” con<br />

criterios periodísticos, más que en la “sintonía”<br />

de criterios económicos, panorama que fue<br />

cambiando rápidamente.<br />

Los noticieros de televisión son una parte de<br />

la identidad de un canal. Si la televisión bajo<br />

un sistema estatal promovía al estado, bajo un<br />

sistema mixto el asunto se complicaba, ya que<br />

los canales seguían siendo del Estado, pero las<br />

empresas que arrendaban los espacios tenían<br />

sus propios intereses y filiaciones políticas. Este<br />

hecho se reflejó en los noticieros, que claramente

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