Revista UNINPAHU No 9
Revista de investigación UNINPAHU No 9
Revista de investigación UNINPAHU No 9
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
82 Pp 81 - 98. Nº 9, octubre de 2013<br />
Introducción<br />
El presente artículo centra su atención en la<br />
definición y clasificación de las competencias<br />
nucleares, básicas y laborales de autores como<br />
Delors (1996 citado en Comellas, 2000), Cabanillas<br />
(1994), Hamel y Prahalad (1990 citados en<br />
Fernández, 2005), Vargas (2000), Alles (2008) y<br />
el Ministerio de Educación Nacional (2006) con<br />
el fin de caracterizar las competencias laborales<br />
que demandan las empresas de servicio de los<br />
tecnólogos en administración del talento humano<br />
de INPAHU. Para efectos del análisis de las<br />
competencias específicas del cargo se realiza<br />
una revisión sobre los modelos de gestión del<br />
talento humano, teniendo en cuenta el modelo<br />
planteado por Chiavenato (2002), que establece<br />
los cinco subprocesos básicos para el desarrollo<br />
del talento humano. Posteriormente, se realiza un<br />
diagnóstico situacional a partir del análisis de la<br />
información recolectada en las empresas objeto de<br />
estudio para establecer y definir las competencias<br />
que deben tener estos profesionales.<br />
1. Competencia. “Una persona es competente<br />
si es capaz de “saber, saber hacer y saber<br />
estar” (Delors, 1996), mediante un conjunto de<br />
comportamientos (cognitivos, psicomotores y<br />
afectivos) que le “permiten ejercer eficazmente<br />
una actividad considerada generalmente como<br />
compleja” (Raynal-Rieunier, 1997 citado en<br />
Comellas, 2000).<br />
2. Tipos de Competencias. Para la investigación<br />
se tomó la clasificación de las competencias<br />
nucleares, básicas, genéricas y específicas.<br />
Las nucleares se definen como aquellas que le<br />
otorgan identidad a la persona y/o organización;<br />
por lo tanto, son únicas, durables y aportan un sello<br />
característico, una marca distintiva. Se establecen<br />
desde el punto de vista personal y organizacional.<br />
La primera, Cabanillas (1994 citado en Fernández,<br />
2005) la define como la capacidad socioemocional,<br />
que adquieren los individuos, como seres sociales,<br />
de interactuar con otros de forma asertiva,<br />
teniendo control sobre los asuntos que afectan su<br />
vida y bienestar. La segunda, integra y explicita<br />
la razón del éxito de una empresa, es decir, su<br />
ventaja competitiva, según aportan un atributo<br />
diferencial y garantizan el éxito de su estrategia,<br />
proporcionando una ventaja duradera, sostenible<br />
e inimitable de los productos y/o servicios<br />
de la organización. (Hamel y Prahalad, 1990<br />
citado en Fernández, 2005). Los mismo autores<br />
afirman que entre los rasgos de esta competencia<br />
se encuentra que es colectiva (aplica a toda la<br />
empresa), institucionalizada (asumida por los<br />
trabajadores y directivos como algo intrínseco a<br />
la organización), inimitable (única y exclusiva) y<br />
duradera (permanente y asimilable a través de<br />
su perdurabilidad). Enríquez y Rodrigo (2003 y<br />
2004 citados en Moya, 2008). Las competencias<br />
básicas se establecen desde las concepciones<br />
cognitivas propuestas por McBer (1998);<br />
Mancilla, Moya y Ochoa (2011) y el Ministerio<br />
de Educación Nacional (2006), que incluye el<br />
pensamiento analítico y conceptual, los procesos<br />
argumentativos, interpretativos propositivos y las<br />
habilidades matemáticas y comunicativas, base<br />
para la apropiación y aplicación del conocimiento<br />
científico provisto por las distintas disciplinas,<br />
tanto sociales como naturales.<br />
Las competencias básicas en matemáticas se<br />
relacionan con el uso que el individuo hace<br />
para comprender, utilizar, aplicar y comunicar<br />
conceptos y procedimientos matemáticos. A su<br />
vez, la competencia comunicativa se refiere al uso<br />
del lenguaje para acceder a la comprensión y a la<br />
producción de diferentes tipos de textos (Moya,<br />
2008). En el contexto laboral, las competencias<br />
básicas permiten que un individuo entienda<br />
instrucciones escritas y verbales, produzca textos<br />
con distintos propósitos, interprete información<br />
registrada en cuadros y gráficos, analice<br />
problemas y sus posibles soluciones, comprenda<br />
y comunique sentidos diversos con otras personas<br />
(MEN, 2006).<br />
La competencia laboral es la capacidad que una<br />
persona posee para desempeñar una función<br />
productiva en escenarios laborales, a través<br />
del uso de diferentes recursos bajo ciertas<br />
condiciones, que aseguran la calidad en el logro<br />
de los resultados (MEN, 2006). Los autores<br />
entienden por competencia laboral el conjunto de<br />
capacidades psicomotrices, cognitivas, emotivas,<br />
volitivas que le permiten a un individuo<br />
desarrollarse en un ambiente laboral de forma<br />
eficiente y eficaz.<br />
Para Spencer y Spencer (1993 citado en Alles,<br />
2008) las competencias son características<br />
fundamentales del hombre e indican<br />
“formas de comportamiento o de pensar, que