Revista UNINPAHU No 9
Revista de investigación UNINPAHU No 9
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Gloria María Parra Mora<br />
Síntesis teórica y conceptual sobre la valoración de los documentos electrónicos<br />
69<br />
Colombia. En Colombia desde la creación del<br />
Archivo General de la Nación por la Ley 80 de<br />
1989 y con la aprobación de la Ley 594 del 2000,<br />
Ley General de Archivos, se inicia un nueva<br />
época en la cual se expresa la importancia<br />
de los archivos como parte del patrimonio<br />
intelectual de las instituciones y de los pueblos,<br />
y se recomienda aplicar la política archivística<br />
teniendo en cuenta todos los procesos y entre<br />
ellos, el de valorar la documentación para<br />
asegurar la conservación total. El Archivo<br />
General de la Nación desde su creación en el<br />
año 1980 ha sido el ente rector de la política<br />
archivística, por lo que ha emitido y tramitado<br />
normas (leyes, decretos, acuerdos, circulares,<br />
entre otros) sobre políticas de organización<br />
de archivos, en los cuales la valoración de los<br />
documentos es un proceso muy importante a<br />
tener en cuenta, antes de la elaboración de las<br />
tablas de retención documental y tablas de<br />
valoración documental. Especialmente se ha<br />
publicado un manual para la organización de<br />
fondos acumulados, donde se consigna buena<br />
parte del proceso de valoración documental.<br />
Es necesario resaltar que las universidades han<br />
sido las pioneras en implementar esta política<br />
archivística en Colombia y, es así, como<br />
el Instituto Colombiano para la Educación<br />
Superior (ICFES) elaboró algunas directrices<br />
para la organización de los archivos de las<br />
universidades, con valiosos aportes para<br />
el manejo de la correspondencia enviada y<br />
recibida, pero no creó políticas ni directrices<br />
para los fondos documentales, generándose<br />
proliferación de documentos inmanejables.<br />
Igualmente, en la actualidad, ya se ha tomado<br />
conciencia del valor que representan los<br />
archivos para la vida institucional, no solo<br />
en la gestión, sino también como apoyo al<br />
servicio, investigación y a la cultura; se han<br />
creado los Comités de Archivo, elaborado<br />
e implementado las tablas de retención<br />
documental y las de valoración documental, con<br />
sus correspondientes cuadros de clasificación.<br />
Además, se está desarrollando el Programa de<br />
Gestión Documental, a través de la integración<br />
de la gestión de documentos de manera física<br />
y electrónica.<br />
Algunas teorías sobre la valoración<br />
documental<br />
Usualmente el término valoración se relaciona<br />
con evaluación, selección, descarte y expurgo en<br />
varias etapas de la archivística y según los diversos<br />
países. Rivas (2000) reconoce que Schellemberg<br />
(1956) es uno de los teóricos más influyentes por<br />
su aportación a la teoría de los valores primarios,<br />
secundarios, evidénciales y valores informativos;<br />
hace énfasis en que la valoración conlleva un<br />
análisis muy detallado de la historia del creador<br />
de los documentos, funciones, estructura y<br />
procedimientos de creación.<br />
Al respecto, Rivas (2011) afirma que la valoración<br />
en un contexto funcional debe responder a<br />
necesidades de la sociedad de tal forma que los<br />
criterios que se utilicen para valorar garanticen<br />
el tiempo suficiente para proba hechos, exigir<br />
deberes y reclamar derechos ante el gobierno:<br />
además, que testimonien el pasado y sustenten<br />
la identidad de los pueblos. De acuerdo con<br />
lo anterior agrupa en forma resumida las<br />
tres corrientes principales sobre valoración<br />
documental: la primera corriente, insiste en<br />
rescatar y conservar los documentos con<br />
fines históricos por ser parte del patrimonio<br />
social; la segunda, considera que no se debe<br />
valorar por ser una actividad riesgosa para los<br />
documentos, puesto que le quita importancia a<br />
otros documentos que en su momento no tenían<br />
visible el valor histórico; la tercera, plantea que<br />
sí se debe valorar, pero hace énfasis en que<br />
siempre está presente el componente subjetivo<br />
del que produce y de los que valoran, lo que<br />
indica que en la valoración siempre existe un<br />
grado de subjetividad.<br />
Por una parte se dice que “los documentos solo<br />
tienen el valor que les han atribuido las personas<br />
que trabajan con ellos, pero también el valor es<br />
el que les otorga el archivista”. (Eastwood, 2003<br />
citado en Rivas, 2011, p. 90).<br />
Así mismo, este autor plantea que la teoría<br />
de la valoración debe buscar los atributos que<br />
existen entre los creadores de los documentos,<br />
funciones, actividades y clientes, porque detrás<br />
del documento está la función o actividad que