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412 PRIMER AÑO DE LATIN V CASTELLANO.
VERBOS DEPONENTES,
PRIMERA CONJUGACIÓN.
Tema I.
36. No os enojéis contra el culpable: enojaos contra la falta cometida. —
Juno se enfadaba con Júpiter; mas sabia, no so hubiera enfadado. — Tú lo
enfadas por una uña mal cortada.—Tú no te enfadarás con un esclavo por una
botella rota. Amigo, tú no te enfadarías contra tí mismo. Enfádate y pasa por
insensato. —Cuando te hayas enfadado, nos reiremos do tí. — Júpiter no se
indignó contra los gigantes. — Jóvenes, imitad á los hombres honrados. —Estu­
diantes perezosos, por qué tardáis? cuándo os indignareis contra vuestra
tardanza? &c.
Tema II.
37. Los que han interpretado las Santas Escrituras han llamado Génesis al
primer libro de Moisés.—Si interpretáis esta palabra, significa nacimien­
to.— En efecto, este libro contiene la historia del nacimiento del mundo.—
Los hebreos le han llamado Bresith ,1). Cómo interpretaremos este nombre?
Podemos interpretarle: ;1¡ principio. Cuando los hebreos interpretaban un
autor, nombraban su libro con la primera palabra de este autor. Cuando ha­
yáis interpretado la Biblia, lo sabréis: comienza con estas palabras: «Al prin­
cipio.»
(1 ) Bresith, indeclinable.
Tema III.
38. El segundo libro de Moisés interpretado (1) por los escritores griegos,
es llamado Éxodo. Nosotros le interpretamos así: Salida. Cuenta la salida de
los Israelitas del Egipto. Los Egipcios dominaban al pueblo de Dios: no
moderaban su crueldad y pretestaban falsos motivos, á fin de perseguir á un
pueblo desgraciado. — No te felicitarás, oh Egipcio , largo tiempo de tu cruel­
dad.— El pueblo de Israel no irá de aquí para allí (2) cultivando tus
campos: trabaja tú en adelante. — No te irrites mas contra el Hebreo, para
que trabaje como tu esclavo.—Tú le conjurarás bien pronto, para que rue-
gue á su Dios que retarde tu muerte.
(1) Empléese interprelalus , que no (2) Ir de aquí para allí, pervagari,
ha perdido el sentido pasivo.
SEGUNDA CONJUGACIÓN.
Tema I.
39. Hijos mios, yo temo á los malos: temed á los malos. Temamos los si­
niestros consejos de los malos. Os prometen felicidad; pero os prometen
demasiado. Siempre han prometido; pero al prometer no son fieles. Cuando
os prometen el universo, es necesario temer el creerlos.—Vosotros no los
habéis temido; tenemos lástima de vosotros, y vosotros también la tendréis