Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
<strong>Cuentos</strong> y <strong>mitos</strong> <strong>de</strong> <strong>los</strong> <strong>piaroa</strong><br />
—Tú no me diste a mí perro; yo tampoco te daré. Me dijiste que tu<br />
perro no es buen cazador y por eso discutimos. Es parecido lo que ocurre<br />
con estos perros. Por ello es que yo tampoco puedo darte a ti un perro.<br />
Kwoimoi respondió así:<br />
—Está bien –luego maldijo al perro–. Tu perro también morirá, igual<br />
que el mío. El tigre lo matará en la cacería y se lo llevarán <strong>los</strong> primitivos.<br />
Wajari le dijo:<br />
—Escúchame, Kwoimoi, lo que acabas <strong>de</strong> <strong>de</strong>cir <strong>de</strong> mi perro crees<br />
que es mentira, más esa es la realidad. Mi perro morirá como has dicho.<br />
21. HISTORIA SOBRE LOS INSECTOS<br />
Los zancudos fueron creados por Kwoimoi para que mataran a Wajari.<br />
Les or<strong>de</strong>nó que picaran a Wajari mientras dormía, pero Wajari se <strong>de</strong>fendió<br />
soplando y no pudieron acercársele.<br />
Kwoimoi dijo:<br />
—¿Cómo podría matar a Wajari para comérmelo?<br />
—A mí no me pican <strong>los</strong> insectos, pero <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> mi muerte picarán<br />
a mis familiares –dijo Wajari.<br />
Luego le mandó <strong>los</strong> insectos a Kwoimoi al que estuvieron picando<br />
toda la noche. Kwoimoi tomó la cosa a risa, mas <strong>los</strong> insectos lo atacaron<br />
toda la noche y no hacía más que dar ayes. Algunos insectos se introdujeron<br />
muy bien en la piel <strong>de</strong> Kwoimoi y se le hincharon tanto las piernas<br />
que ya no podía ni pararse. Kwoimoi plañía y gritaba.<br />
Con el dolor <strong>de</strong> muelas pasa lo mismo. Si bien Kwoimoi lo inventó<br />
para Wajari, este se lo <strong>de</strong>volvió inmediatamente a Kwoimoi.<br />
Mientras Wajari estaba <strong>de</strong> caza, Kwoimoi se infiltró en la churuata<br />
<strong>de</strong> Wajari y preparó una gran hechicería contra la vida <strong>de</strong> Wajari. Pero<br />
Wajari lo sabía, así es que le hizo lo mismo a Kwoimoi.<br />
Una noche Kwoimoi <strong>de</strong>spertó con un horrible dolor <strong>de</strong> muelas. Salió<br />
corriendo, dando vueltas gritando:<br />
—Me muero, me muero –y se dio cabezazos contra el suelo–. ¿Qué<br />
habré comido que me dan estos dolores?<br />
Por último se arrancó el diente que le dolía, mas al momento le empezó<br />
a doler el otro. Se lo arrancó también, y así continuó, uno <strong>de</strong>trás <strong>de</strong><br />
otro. Al final, no le quedó ni un solo diente.<br />
128<br />
129