Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
<strong>Cuentos</strong> y <strong>mitos</strong> <strong>de</strong> <strong>los</strong> <strong>piaroa</strong><br />
1. La creación <strong>de</strong> Buoka (I)<br />
Des<strong>de</strong> entonces también nosotros tenemos la propiedad <strong>de</strong> imaginarnos<br />
algo. No tenemos más que el pensamiento. Para don<strong>de</strong> voy, sé<br />
que se alza una churuata; vaya por don<strong>de</strong> vaya, sé lo que me espera.<br />
Los creadores meditaron, se imaginaron a Buoka y luego se dieron a<br />
la tarea <strong>de</strong> crearlo.<br />
Palabra tras palabra y he aquí a Buoka, nació Buoka. Luego Wajari y<br />
<strong>de</strong>spués Tchejeru.<br />
—Enemey ereuke tjuruo<strong>de</strong> –llegó con estos nombres, surgió como el<br />
pensamiento pleno <strong>de</strong> algo. Des<strong>de</strong> entonces pensamos, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> entonces<br />
sabemos.<br />
—Putjadiarimando –y nació Buoka. He aquí su nombre completo:<br />
Aruttu-Buoka.<br />
Buoka fue tomando cuerpo poco a poco: le crecieron <strong>los</strong> brazos, el<br />
tronco, la cabeza. Decimos tjasarine. Des<strong>de</strong> entonces es que tenemos<br />
cuerpo, brazos, todo en su lugar. Y así <strong>de</strong>cimos: tjasarine: creación, crecimiento.<br />
Nos parecemos a Buoka.<br />
Ñuema-a se llama el lugar don<strong>de</strong> nació el mundo <strong>piaroa</strong>. Cerca <strong>de</strong>l<br />
Mariweka, en la orilla <strong>de</strong> acá, a la <strong>de</strong>recha <strong>de</strong> nosotros. Junto al Ñuema-a<br />
se extendía el lago, que crecía cada vez más. Y allá nos crearon a nosotros.<br />
Allá se alzaba un árbol gigante, un árbol <strong>de</strong> cuatro ramas, cuatro<br />
brazos. Ahora somos <strong>los</strong> mismos: tres tribus indias y <strong>los</strong> españoles. A<br />
cada rama se subió un hombre y una mujer, y se apoyaron en las ramas<br />
<strong>de</strong>l árbol.<br />
Son innumerables <strong>los</strong> nombres <strong>de</strong> la creación. Llamémosla Ñuema-a<br />
y Jajkawana Meredye también. La segunda es la sirena, el estruendo <strong>de</strong><br />
la tierra. En vano la buscaríamos, no la podríamos encontrar. Solo po<strong>de</strong>mos<br />
oír su voz. Es el raudal <strong>de</strong>l caño <strong>de</strong> aguas frías. Cuando íbamos<br />
a buscar curare teníamos que atravesarlo. Y siempre lo atravesábamos.<br />
Hoy en día no hace falta el veneno, pues cazamos con escopetas.<br />
Kwawai, el árbol gigante, estaba junto al Sipapo. Todo esto ocurrió<br />
<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> que crearon a <strong>los</strong> tres hermanos. Junto al Kwawai crearon<br />
nuestro alimento. Fue don<strong>de</strong> nació todo lo comestible, nosotros, <strong>los</strong> <strong>piaroa</strong>,<br />
lo llamamos Kwawai. Y Kwawai es obra <strong>de</strong> Wajari.<br />
Hoy se ve entre <strong>los</strong> ríos Cuao y Autana la alta montaña en la que<br />
se convirtiera el árbol gigante, que tenía encima todas las plantas<br />
comestibles: yuca, maíz, ocumo, ñame, batata y muchas frutas. Y todo lo<br />
creó Wajari.<br />
Un día Wajari <strong>de</strong>cidió cortar el árbol para que todo el mundo pudiera<br />
disfrutar <strong>de</strong> las frutas. Cayó el árbol gigante. Su inmenso follaje cayó<br />
hacia allá, si hubiera caído hacia acá habría más montañas altas y piedras<br />
en el lado <strong>de</strong> acá <strong>de</strong> la selva.<br />
Ahora, en el otro lado, por el Alto Cuao, se pue<strong>de</strong>n ver <strong>los</strong> cerros y<br />
montañas cubiertos por la selva. Como el follaje <strong>de</strong>l árbol cayó para allá,<br />
también la tierra es mejor por allá. Aquí, <strong>de</strong> este lado, se dan pocas frutas.<br />
Sin embargo, Buoka fue el primero, el primero <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> todos, <strong>los</strong><br />
<strong>de</strong>más llegaron solo <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> él.<br />
Buoka creó con sus ojos: se sacó uno, vio a<strong>de</strong>ntro al hombre y le<br />
puso nombre: ¡Wajari!<br />
Así dijo Buoka:<br />
—Lo arranqué a él que será mi hermano, mi hermano menor. Se sacó<br />
el otro ojo también y fue Tchejeru, su hermana menor. Pues eran tres<br />
hermanos y una sola familia.<br />
¿Sabes? En el medio <strong>de</strong> <strong>los</strong> ojos ves una figurita negra, un muñequito.<br />
Esta imagen fue la que se arrancó <strong>de</strong> <strong>los</strong> ojos y luego le dio nombres:<br />
Jiarea jaana, el muñequito en el ojo, hombre en el ojo, el hombre <strong>de</strong>l ojo.<br />
Eso fue i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> Wajari.<br />
La historia siempre suena igual: Buoka hizo a sus hermanos <strong>de</strong> sus<br />
ojos. Al principio nacieron el<strong>los</strong> tres. Sí, señor.<br />
Mékira, el chácharo, era <strong>de</strong> Buoka. Si se canta la canción <strong>de</strong>l Mékira<br />
que ahuyenta la enfermedad, cantamos a Buoka. Si cantamos al Ime, el<br />
báquiro, las palabras hablan sobre la creación <strong>de</strong> Wajari.<br />
66 67