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<strong>Cuentos</strong> y <strong>mitos</strong> <strong>de</strong> <strong>los</strong> <strong>piaroa</strong><br />
Woloy. Esta mole <strong>de</strong> piedra tiene varios nombres al igual que las <strong>de</strong>más.<br />
La montaña se alza bajo el sol.<br />
El redondo sol anduvo por muchos, muchísimos lugares; por el Ventuari,<br />
por el Cuao (don<strong>de</strong> también hay montañas por el sol). Vino y visitó. Por eso, el<br />
sol cae tan a menudo.<br />
En todas partes había un pueblito, una churuata. Wajari conoció al<br />
sol junto a una churuata. Nosotros tenemos muchas montañas altas, junto<br />
al nacimiento <strong>de</strong>l Ventuari también hay un pueblito. Cerca está una alta<br />
montaña. También más arriba, en el nacimiento <strong>de</strong>l Cuao, en <strong>los</strong> alre<strong>de</strong>dores<br />
<strong>de</strong>l Cataniapo. También junto a la cascada <strong>de</strong> Alto Cataniapo. Y<br />
junto al raudal <strong>de</strong> Átures hay una montaña <strong>de</strong> piedra. Esta última es en sí<br />
una casa submarina con muchas habitaciones por <strong>de</strong>ntro. Por allá anduvo<br />
el sol. Visitó tantos lugares cuando aún no estaba en el cielo, antes que<br />
Wajari lo hubiera elevado al firmamento.<br />
Wajari siguió al sol y así llegó a todas las al<strong>de</strong>as. La corriente <strong>de</strong>l Átures<br />
es inmensa porque Wajari también estuvo por allá. La casa se llama ratuoda,<br />
es gran<strong>de</strong> como la <strong>de</strong> <strong>los</strong> blancos. A<strong>de</strong>ntro estaba el sol. Allá fue don<strong>de</strong> Wajari<br />
lo cambió.<br />
Tjuawedya es el otro nombre <strong>de</strong> la casa don<strong>de</strong> Wajari encontró al sol<br />
y lo cambió.<br />
Todo esto pasó aquí en el raudal <strong>de</strong> Atures. En vano lo buscó por<br />
otros lugares, no lo encontró. Si entraba en una casa, el sol seguía andando<br />
y ya estaba por otra. Wajari no hacía más que seguirlo, pero el sol se<br />
le a<strong>de</strong>lantaba constantemente. Lo buscó por todas partes hasta que por<br />
fin lo encontró junto al Atures. Y andando en pos <strong>de</strong>l sol, le dio nombre a<br />
todos <strong>los</strong> lugares. En cuanto encontró el sol se lo llevó consigo, lo sopló y<br />
lo elevó a las alturas. Más tar<strong>de</strong> también encontraron la luna.<br />
8. MARIWEKA 6<br />
—Jina-itsoma mariwekane peyenne Kuaomine –dijo Ñemeh.<br />
Venimos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> abajo, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> abajo <strong>de</strong>l Mariweka. Don<strong>de</strong> nacimos,<br />
don<strong>de</strong> Wajari nos creó. Don<strong>de</strong> nos dio nombre.<br />
Allá crecimos, allá nos creó, allá nos dio nombre Wajari.<br />
Mariweka es un lugar, es un nombre. Ya lo llamaban así antes <strong>de</strong><br />
habernos creado a nosotros. Con ese nombre, con esa palabra, nos quisieron<br />
llamar para po<strong>de</strong>rnos crear.<br />
Y bajo el Mariweka, allá en el medio, Wajari pronunció la palabra<br />
Jajkwawatamu. Y poco a poco empezamos a crecer. Dijo:<br />
—¡Jajkwawatamu! –y les dio nombre a <strong>los</strong> <strong>piaroa</strong> y a <strong>los</strong> españoles.<br />
Wajari era así, si no hubiese sido así, ¡no hubiéramos nacido! Pero<br />
aquí estamos. Así comenzó.<br />
Entre el Cuao y el Autana se alza Parake, la montaña. Somos <strong>de</strong> allá,<br />
parientes <strong>de</strong>l capitán Pitah. Allá nació y se robusteció la familia <strong>de</strong> <strong>los</strong><br />
<strong>piaroa</strong>. ¡He aquí la obra <strong>de</strong> Wajari!<br />
Por él nos hicimos hermanos, por eso somos amigos.<br />
El viejo raudal se llama Piahé Muotsa. Porque así lo llamaron. Por allá<br />
pasó Wajari cantando contra las enfermeda<strong>de</strong>s. Nosotros también cantamos,<br />
todos <strong>los</strong> parientes <strong>piaroa</strong>, si pasamos por ahí, por el escenario <strong>de</strong> la<br />
creación <strong>de</strong>l mundo. Los <strong>piaroa</strong> cantan si están enfermos, si tienen fiebre.<br />
Así dice el canto: “Parake nyuerike urarike kwawatamu...”. Son nombres,<br />
<strong>los</strong> nombres <strong>de</strong> nuestras regiones. Porque Wajari les dio nombre,<br />
por eso son así nuestros nombres. Él lo cantó así.<br />
6 No es el relato completo sino las interpretaciones <strong>de</strong> Jesús Caballero con varias explicaciones<br />
que las canciones no contienen.<br />
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