22.10.2015 Views

Cuentos y mitos de los piaroa

TD5XB

TD5XB

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

34. LA MUERTE DE WAJARI<br />

Wajari entre sus viajes fue a parar entre <strong>los</strong> hombres blancos, don<strong>de</strong><br />

lo atacaron perros rabiosos y lo botaron <strong>de</strong> allí. Y por don<strong>de</strong>quiera que<br />

viajó fue perseguido por <strong>los</strong> perros. Por <strong>los</strong> perros <strong>de</strong> <strong>los</strong> makiritare, <strong>de</strong><br />

<strong>los</strong> yabarana o <strong>de</strong> <strong>los</strong> waika.<br />

Wajari corrió hasta Colombia, y luego todavía más al sur. Bajo <strong>los</strong><br />

raudales <strong>de</strong> Ayacucho cambió <strong>de</strong> figura y se sumergió bajo el agua, llegando<br />

a la orilla <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> Mariweka. Pero allá lo persiguieron <strong>los</strong> virus<br />

<strong>de</strong> <strong>los</strong> perros. Se escapó corriendo.<br />

Wajari saltó al agua y <strong>los</strong> perros <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> él. Se zambulló bajo el agua<br />

y saltó <strong>de</strong> una tierra a la otra, saliendo por aquí y por allá. Pero siempre<br />

<strong>los</strong> perros le seguían el rastro.<br />

Wajari llegó a Dimoro y lo atacaron <strong>los</strong> perros <strong>de</strong> <strong>los</strong> indígenas mabu y<br />

wohitemu. Se escondió en <strong>los</strong> montes que se encontraban entre el Sipapo y<br />

el Cuao. Allá escaló la montaña y se sentó a pensar:<br />

—¿Por qué esos perros me persiguen? ¿Tal vez por el olor <strong>de</strong> mi<br />

cuerpo?<br />

Después <strong>de</strong> <strong>de</strong>cirlo, se lavó minuciosamente y se cepilló el cuerpo.<br />

Pero la limpieza no le sirvió <strong>de</strong> nada.<br />

Apenas se puso en camino, <strong>los</strong> perros se le tiraron. Por fin Wajari<br />

cayó <strong>de</strong>sma<strong>de</strong>jado <strong>de</strong> tanto correr y lo mataron las lanzas <strong>de</strong> <strong>los</strong> mabu y<br />

<strong>los</strong> wohitemu cumplieron las ór<strong>de</strong>nes <strong>de</strong> <strong>los</strong> kikaipuro.<br />

La muerte <strong>de</strong> Wajari apareció en una <strong>de</strong> las visiones <strong>de</strong> Yubeku, uno<br />

<strong>de</strong> <strong>los</strong> gran<strong>de</strong>s sopladores. Yubeku transformó la carne <strong>de</strong> Wajari en una<br />

planta comestible y se la comió.<br />

35. AVENTURAS DE CAZA<br />

1.<br />

Un día el <strong>piaroa</strong> se fue <strong>de</strong> caza. Anduvo varios días por la selva, pero<br />

regresó sin cazar ninguna presa.<br />

Al otro día dos indígenas, dos cuñados, emprendieron su camino, también<br />

<strong>de</strong> caza. Llevaban perro consigo y pa<strong>los</strong> en la mano. De repente se vieron<br />

cubiertos por un tremendo aguacero, llovió durante tres días seguidos.<br />

Los cazadores llegaron a un arroyo. Uno <strong>de</strong> el<strong>los</strong> en la orilla <strong>de</strong>scubrió<br />

una cueva llena <strong>de</strong> murciélagos. Y <strong>los</strong> cuñados se refugiaron ahí.<br />

Dijo uno:<br />

—Verás que aquí hay hasta armadil<strong>los</strong> gigantes. Su cuñado se dirigió<br />

hacia el interior <strong>de</strong> la cueva, con el machete en la mano. El otro hombre<br />

avanzaba tras él. Caminaron durante mucho tiempo y ya creían que habían<br />

llegado al final <strong>de</strong> la cueva.<br />

De repente asustaron a un tigre. El animal se les fue corriendo.<br />

El hombre que iba <strong>de</strong>lante pasó un susto grandísimo. Su cuñado dijo:<br />

—¿Por qué no te fijaste? ¿Por qué no usaste el machete?<br />

—Se me asustó hasta el machete en la mano –contestó el otro–; aunque<br />

sabía, tenía el machete en la mano para cortar en dos al tigre.<br />

El tigre se fue corriendo. Uno <strong>de</strong> <strong>los</strong> hombres le salió atrás:<br />

—¡Tigre, tigre, eres tú tan gran<strong>de</strong> que me asustaste! ¡Me asustaste<br />

pero te fuiste corriendo! Vete, vete, mejor si te vas por tu lado.<br />

Luego llamó a su cuñado y volvieron a casa sin cacería.<br />

2.<br />

Un buen día un indígena abrió un hoyo, tendría como diez metros. Por<br />

allá pasó el enano Viricha, con una piedra pintada gigante a cuestas. En la<br />

152 153

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!