I COL·LOQUI D'HISTORIA DEL MONAQUISME CATALÀ I - Tinet

FUNDACIONS FEMENINES CISTERCENQUES A CATALUNYA
muralla, corno consta de un proceso original donde se halla condenado el
fiscal de su Magestad a compensar los danos causados al monasterio en la
suma de quareinta mil libras barcelonesas, pero todavía no se cobró una
blanca. Dice la sentencia que los edificios de el monasterio constaban ser
sumptuosíssimos, por diferentes relaciones de peritos exibidas en el proceso,
y no puede haber duda en que la casa era magnífica, pues consta de un
instrumento público archibado en este monasterio 5 , que dos anos antes, esto
es, en 7 de agosto de 1644, fue capaz de hospedar la magestad de el Sr. Dn.
Phelipe IV y toda su corte, que hubo a bien de comer y pasar todo el dia
en el monasterio, desde las ocho de la mariana en que arribo, basta las seis
de la tarde en que hizo su entrada con gran solemnidad a la ciudad.
Así quedó la comunidad de San Hilario por las injurias de esta guerra,
sino aniquilada, desposeída de su monasterio y de la maior parte de sus
rentas, y reducida a un triste alojamiento donde les faltaban todos los lugares
y oficinas para cumplir las observancias y funciones monàsticas, que fue
la pérdida mas lastimosa, porque no habiendo capazidad en el Colegio de
Poblet para dormitorio común, cozina y refectorio, comenzaron, sin culpa, a
vivir en particular una vida que solamente podia redimirse de la nota de
propietària por las necesidades irreparables de la guerra.
Algunos anos después, tomaron a censal el Colegio Antiguo de la Concepción,
de Lérida, donde vivieron hasta el ano 1707, en que el general
austríaco que mandaba en Lérida las armas de el archiduque Dn. Carlos, las
mandó salir del monasterio, situado en lo mas alto del Castillo, a la parte de
mediodía, sobre y cerca de el Colegio que fue de los Jesuítas y en el sitio
que oi ocupa el baluarte llamado «lengua de sierpe», fabricado después de
la conquista por el Sr. Dn. Phelipe V (que esté en Glòria), sobre las ruinas
de el monasterio, que cayó hasta los cimientos por las muchas vaías y bonbas
que recibió de las armas de el Rey nuestro senor. Todo consta de una información
jurídica, hecha a instància de el monasterio ante el alcalde maior
de Lérida.
Desposeídas las senoras de este su tercer monasterio, se refugiaron de las
calamidades de la guerra, unas en el monasterio de Ballbona, en Cataluna, y
otras en Aragón, en el de Casbas. Tres se abrigaron en el conbento de Dominicas,
de Manresa, y algunas que no hallaron refugio en el santuario, se
retiraron en casa de sus padres y parientes, donde vivieron con toda la honestidad
y abstracción que permitían las inquietudes y turbaciones de una
guerra tan sangrienta.
En esta dispersión pasaron el espacio de once anos, sin haber podido
conseguir de la ciudad de Lérida, a pesar de infinitas demandas y súplicas,
que les proporcionase lugar para poderse j untar y vivir en comunidad, hasta
que Dios, con alta providencia, les abrió camino para venir al santuario de
Nra. Sra. de el Patrocinio, extramuros de la villa de Tamarite de Litera, en
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