El Libro de Oro de Bolívar - Otra Mirada del Conflicto
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Cornelio Hispano <strong>El</strong> <strong>Libro</strong> <strong>de</strong> <strong>Oro</strong> <strong>de</strong> <strong>Bolívar</strong><br />
la vista <strong>de</strong> los libertadores y les dieron todo cuanto poseían para equipar el ejército<br />
que, alentado con tal generosidad, ardía en <strong>de</strong>seos <strong>de</strong> batirse. Al amanecer <strong>de</strong>l 25<br />
<strong>de</strong> julio, comenzaron los patriotas a pasar el río Sogamoso. Al mediodía, cuando<br />
<strong>de</strong>sfilaban por el Pantano Vargas, se presentó el enemigo, coronando las alturas <strong>de</strong>l<br />
frente. Ambos ejércitos se apercibieron para la batalla, que fue espantosamente<br />
reñida, y cuando ya todo parecía inclinarse a favor <strong>de</strong> los españoles, una carga <strong>de</strong><br />
caballería dirigida por Rondón salvó el ejército republicano. Barreyro dijo en su<br />
parte al virrey: «La <strong>de</strong>sesperación (<strong>de</strong> los patriotas) les inspiraban un valor sin<br />
ejemplo. Sus infanterías y caballerías salían <strong>de</strong> los barrancos, y luego trepaban con<br />
furia las alturas que habían perdido. Nuestra infantería no podía resistirles. La<br />
<strong>de</strong>sesperación precipitaba a sus jefes y oficiales sobre nuestras bayonetas, y recibían<br />
la muerte que merecían.»<br />
Consi<strong>de</strong>rada <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista militar, la batalla <strong>de</strong>l Pantano <strong>de</strong><br />
Vargas <strong>de</strong>cidió la campaña <strong>de</strong> la Nueva Granada; no fue un combate <strong>de</strong>cisivo en<br />
el sentido material <strong>de</strong> la lucha, paro cambió la situación <strong>de</strong> los combatientes y<br />
obligó al español a estar a la <strong>de</strong>fensiva, que era lo peor que podía hacer en aquellas<br />
circunstancias.<br />
Barryro estableció su campamento en Tasco, con los restos <strong>de</strong> su ejército, y en<br />
espera <strong>de</strong> los refuerzos que había pedido a Bogotá y los que creía en marcha <strong>de</strong><br />
Venezuela, pues no podía suponer que militar tan experto como Morillo se<br />
hubiese <strong>de</strong>jado burlar por <strong>Bolívar</strong>.<br />
Repuestas las tropas <strong>de</strong> <strong>Bolívar</strong> con los voluntarios y reclutas que llegaban al<br />
campamento, tomó la ofensiva el 3 <strong>de</strong> agosto. <strong>El</strong> movimiento <strong>de</strong> <strong>Bolívar</strong> fue tan<br />
atrevido, que <strong>de</strong>sconcertó al contrario.<br />
Ocupaba Barreyro la confluencia <strong>de</strong> los caminos <strong>de</strong> Tunja y Socorro; el enemigo<br />
marchó hacia Socorro, en la noche pasó el puente <strong>de</strong> Paipa y acampó a la<br />
orilla <strong>de</strong>recha <strong>de</strong>l río Sogamoso. Frente a frente estuvieron los contendores el día<br />
4. En la noche, el republicano repasó el puente y emprendió la retirada, pero a las<br />
ocho <strong>de</strong> la noche contramarchó sobre Tunja por el camino <strong>de</strong> Toca.<br />
Al amanecer <strong>de</strong>l 5 se vio, con gran sorpresa <strong>de</strong> Barreyro, que Tunja estaba en<br />
po<strong>de</strong>r <strong>de</strong>l enemigo. Rápidamente marchó sobre esa plaza por el camino principal<br />
<strong>de</strong> Paipa, y <strong>de</strong>scansó, en la tar<strong>de</strong>, en el llano <strong>de</strong> La Paja, para continuar luego por<br />
el páramo <strong>de</strong> Cómbita, llegando el 6 a legua y media <strong>de</strong> Tunja. Para el jefe realista<br />
era menester a todo trance abrir sus comunicaciones con la capital e interponerse<br />
entre <strong>Bolívar</strong> y Santa Fe, don<strong>de</strong> apenas había una escasa guarnición que no pasaba<br />
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