30.04.2013 Views

El Libro de Oro de Bolívar - Otra Mirada del Conflicto

El Libro de Oro de Bolívar - Otra Mirada del Conflicto

El Libro de Oro de Bolívar - Otra Mirada del Conflicto

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Cornelio Hispano <strong>El</strong> <strong>Libro</strong> <strong>de</strong> <strong>Oro</strong> <strong>de</strong> <strong>Bolívar</strong><br />

1828, y presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> Colombia en 1830. Por estos antece<strong>de</strong>ntes pu<strong>de</strong> yo satisfacer<br />

la curiosidad <strong>de</strong> José Bonaparte sobre la transformación política <strong>de</strong> la América<br />

española, manifestándole cómo había sido la consecuencia necesaria <strong>de</strong> los acontecimientos<br />

que se habían sucedido <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> los Estados Unidos<br />

<strong>de</strong>l Norte, sostenida por Carlos III y Luis XVI, hasta la catástrofe <strong>de</strong>l Gobierno<br />

español en 1808. En las conferencias que celebramos en esos días, tuve la suerte<br />

<strong>de</strong> ganar el aprecio <strong>de</strong> José Bonaparte, y al <strong>de</strong>spedirme <strong>de</strong> él para París, en septiembre<br />

<strong>de</strong> 1831, me dio cartas <strong>de</strong> introducción para el con<strong>de</strong> <strong>de</strong> Las Casas, compañero<br />

<strong>de</strong> Napoleón en Santa <strong>El</strong>ena, y un pliego importante <strong>de</strong> documentos en que<br />

fundaba el <strong>de</strong>recho que creía tener al trono <strong>de</strong> Francia, y separadamente le escribió<br />

por la posta recomendándome <strong>de</strong> una manera muy distinguida y encargándole<br />

que me introdujese a sus amigos en París. Tuve en consecuencia muy buena<br />

acogida en la familia <strong>de</strong>l con<strong>de</strong> <strong>de</strong> Las Casas. Cuando partí para Italia en abril <strong>de</strong><br />

1832 fui portador <strong>de</strong> cartas <strong>de</strong> la familia <strong>de</strong>l con<strong>de</strong> <strong>de</strong> Las Casas para la con<strong>de</strong>sa<br />

<strong>de</strong> Survilliers, mujer <strong>de</strong> José Bonaparte, y para su hija la princesa Carlota, que residían<br />

en Florencia. Cuando los visité en esta capital, la princesa Carlota me<br />

informó que su padre les encargaba que me introdujesen a sus hermanos, que residían<br />

también en Florencia, Luis Bonaparte, Jerónimo Bonaparte y la princesa<br />

Carolina, viuda <strong>de</strong> Murat. Les <strong>de</strong>bí atenciones afectuosas, y Jerónimo y la princesa<br />

Carolina me convidaron a comer en su palacio. A mi llegada a Roma hallé que me<br />

habían precedido recomendaciones en mi favor para el car<strong>de</strong>nal Fesh y para el<br />

príncipe <strong>de</strong> Musignano, hijo <strong>de</strong> Luciano Bonaparte y yerno <strong>de</strong> José Bonaparte. <strong>El</strong><br />

príncipe <strong>de</strong> Musignano me dio un convite en su villa y el car<strong>de</strong>nal me dio otro en<br />

su palacio, y como vivían conmigo mis hermanos Tomás y Manuel María, don<br />

Jerónimo Torres y el general Herrán, los convidó también y tuvimos que admirar<br />

su magnífica galería <strong>de</strong> pinturas en la cual lucía el famoso busto <strong>de</strong> mármol <strong>de</strong><br />

Napoleón que poseo y dono a usted. Durante mi resi<strong>de</strong>ncia en Roma tuve conferencias<br />

largas con el car<strong>de</strong>nal, que se complacía en saber <strong>de</strong> mí los acontecimientos<br />

<strong>de</strong> la revolución <strong>de</strong> la América española. Él me introdujo al conocimiento <strong>de</strong><br />

su hermana madama Leticia, madre <strong>de</strong>l emperador Napoleón, que vivía en el<br />

palacio Madona. Cuando me <strong>de</strong>spedí <strong>de</strong>l Car<strong>de</strong>nal para regresar a París, me regaló<br />

el busto <strong>de</strong> Napoleón para que trabajase <strong>de</strong> él un recuerdo <strong>de</strong> su aprecio a mi persona.<br />

Consérvelo usted, persuadido <strong>de</strong> que se lo obsequio por ser una obra maestra<br />

<strong>de</strong> un escultor sin rival, y como una prenda <strong>de</strong> cordial aprecio que profeso a<br />

usted como su amigo verda<strong>de</strong>ro y satisfecho <strong>de</strong> haber adquirido en usted un hijo.»<br />

Conserva también la familia Mosquera, en Popayán, un relicario con esta inscripción:<br />

N. Viro inmortali, tallado en mármol (miniatura <strong>de</strong>l sarcófago <strong>de</strong> granito<br />

rojo en que duerme el gran emperador bajo la cúpula <strong>de</strong> los Inválidos), el cual contiene<br />

un guardapelo <strong>de</strong> cristal con cabellos <strong>de</strong> Napoleón, que fueron obsequiados al<br />

192

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!