30.04.2013 Views

El Libro de Oro de Bolívar - Otra Mirada del Conflicto

El Libro de Oro de Bolívar - Otra Mirada del Conflicto

El Libro de Oro de Bolívar - Otra Mirada del Conflicto

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

I. Las vísperas <strong>de</strong> la Revolución<br />

la justicia <strong>de</strong>l veredicto, y lo saludable <strong>de</strong>l castigo. Acto continuo sacaban los reos<br />

y los entregaban «al brazo secular», esto es, a la muerte a garrote y a ser quemados<br />

vivos sobre un cadalso <strong>de</strong> piedra que llamaban “el quema<strong>de</strong>ro”, previa, eso sí, la<br />

imposición <strong>de</strong> las insignias y capotillo que les correspondían como reos <strong>de</strong> la<br />

Santa Inquisición.<br />

“Cuando con<strong>de</strong>nados se acercaban al lugar <strong>de</strong>l suplicio, una multitud<br />

sedienta <strong>de</strong> sangre y <strong>de</strong> torturas, ebria <strong>de</strong> sol, lo mismo que en las corridas <strong>de</strong><br />

toros, aclamaban el holocausto y a los verdugos, bajo la impasible tribuna <strong>de</strong> los<br />

santos inquisidores.<br />

“La farsa, la grotesca mímica se mezclaba a la tragedia; el fasto oriental, al<br />

terror místico; y la misma gran señora que danzaba al pavana en un salón aristocrático,<br />

respiraba, <strong>de</strong>votamente, el acre perfume <strong>de</strong> la carne carbonizada (5).”<br />

A este cuadro, tomado <strong>de</strong> las fuentes más puras, y retocado por las plumas <strong>de</strong><br />

dos ilustres escritores <strong>de</strong> nuestra América, nada hay que agregar ni quitar, a no ser<br />

el nimio escollo <strong>de</strong> que tal vez quedan no pocas ciuda<strong>de</strong>s en las antiguas colonias<br />

ultramarinas <strong>de</strong> España que aún no han <strong>de</strong>spertado <strong>de</strong>l todo, y que, quizá para su<br />

dicha, tar<strong>de</strong>n aún en <strong>de</strong>spertar <strong>de</strong>l <strong>de</strong>licioso sueño colonial.<br />

Justamente en estos días que vivimos un individuo que por su facha, gestos,<br />

obsesiones, ira, vanidad y rencores no parece sino un malogrado inquisidor mayor<br />

<strong>de</strong> aquella época, escribe sus Sueños, y nos da, tal es el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> su evocación y <strong>de</strong><br />

su estilo, el color, el olor y hasta el sabor <strong>de</strong> aquella, para siempre perdida, Arcadia<br />

española y católica.<br />

Los tiempos, sin embargo, han cambiado; los falsos valores que la ciencia<br />

<strong>de</strong>rribó no se levantan más <strong>de</strong> la nada don<strong>de</strong> yacen; los dioses muertos no resucitan<br />

ya; la civilización <strong>de</strong>l mundo avanza siempre y nunca retroce<strong>de</strong> sino, a veces,<br />

acci<strong>de</strong>ntalmente, pero sólo para dar un paso más largo, el progreso moral e intelectual,<br />

a costa <strong>de</strong> gran<strong>de</strong>s y tenaces esfuerzos alcanzado, es progreso adquirido<br />

para siempre. Hemos abandonado por inútiles las antiguas armas con que insensatamente<br />

combatíamos el error, y hoy sabemos bien, y hemos empezado a practicarlo,<br />

que sólo por el lento esfuerzo <strong>de</strong> la instrucción pública se logra cambiar el<br />

pensamiento y la voluntad <strong>de</strong> una nación. Habíamos olvidado, y hoy son nuestra<br />

fe y esperanza y <strong>de</strong>ben ser nuestro lema, las profundas palabras proféticas <strong>de</strong>l gran<br />

patriarca <strong>de</strong>l siglo XVIII: «La humanidad camina lentamente hacia la verdad...»<br />

23

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!