El Libro de Oro de Bolívar - Otra Mirada del Conflicto
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Cornelio Hispano <strong>El</strong> <strong>Libro</strong> <strong>de</strong> <strong>Oro</strong> <strong>de</strong> <strong>Bolívar</strong><br />
«—Para que sacies tu curiosidad, voy a referirte lo que pasó en Roma.<br />
Un día, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> haber comido, y cuando ya el sol <strong>de</strong>clinaba, emprendimos<br />
con <strong>Bolívar</strong> paseo hacia el Monte Sacro (Sacrum Monte). <strong>El</strong> calor era tan intenso<br />
que nos agitamos en la marcha lo suficiente para llegar ja<strong>de</strong>antes y bañados <strong>de</strong><br />
sudor. Llegados al mamelón, nos sentamos sobre un trozo <strong>de</strong> mármol blanco,<br />
resto <strong>de</strong> una columna <strong>de</strong>strozada por el tiempo. Yo tenía fijos los ojos sobre la fisonomía<br />
<strong>de</strong>l adolescente, porque percibía en ella cierto aire <strong>de</strong> notable preocupación<br />
y concentrado pensamiento. Después <strong>de</strong> <strong>de</strong>scansar un poco, y con la respiración<br />
más libre, <strong>Bolívar</strong>, con cierta solemnidad, que no olvidaré jamás, se puso <strong>de</strong> pie, y,<br />
como si estuviera solo miró a todos los puntos <strong>de</strong>l horizonte, y, a través <strong>de</strong> los<br />
amarillentos rayos <strong>de</strong>l sol poniente, paseó su mirada escrutadora y fulgurante<br />
sobre la tumba <strong>de</strong> Cecilio Metelo, sobre la Via Apia y la campiña romana. Luego,<br />
levantando la voz, dijo:<br />
«—¿Conque este es el pueblo <strong>de</strong> Rómulo y Numa, <strong>de</strong> los Grecos y los<br />
Horacios, <strong>de</strong> Augusto y <strong>de</strong> Nerón, <strong>de</strong> César y <strong>de</strong> Bruto, <strong>de</strong> Tiberio y <strong>de</strong> Trajano?<br />
Aquí todas las gran<strong>de</strong>zas han tenido su tipo y todas las miserias su cuna. Octavio<br />
se disfraza con el manto <strong>de</strong> piedad público para ocultar la suspicacia <strong>de</strong> su carácter<br />
y sus arrebatos sanguinarios; Bruto clava el puñal en el corazón <strong>de</strong> su protector,<br />
para reemplazar la tiranía <strong>de</strong> César con la suya propia; Antonio renuncia a los<br />
<strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> su gloria para embarcarse en las galeras <strong>de</strong> una meretriz; sin proyectos<br />
<strong>de</strong> reforma, Sila <strong>de</strong>güella a sus compatriotas, y Tiberio, sombrío como la noche y<br />
<strong>de</strong>pravado como el crimen, divi<strong>de</strong> su tiempo ente la concupiscencia y la matanza.<br />
Por un Cincinato hubo cien Caracallas; por un Trajano, cien Calígulas, y por un<br />
Vespasiano, cien Claudias. Este pueblo dio para todo: severidad para los viejos<br />
tiempos; austeridad para la República; <strong>de</strong>pravación para los emperadores, catacumbas<br />
para los cristianos; valor para conquistar el mundo entero, oradores para<br />
conmover, como Cicerón; poetas para seducir con su canto, como Virgilio; satíricos,<br />
como Juvenal; filósofos débiles, como Séneca; y ciudadanos íntegros, como<br />
Colón; este pueblo dio para todos, menos para la causa <strong>de</strong> la humanidad:<br />
Mesalinas corrompidas, insignes guerreros, procónsules rapaces, sibaristas <strong>de</strong>senfrenados,<br />
aquilatadas virtu<strong>de</strong>s y crímenes groseros; pero para la emancipación <strong>de</strong>l<br />
espíritu, para la extirpación <strong>de</strong> las preocupaciones, para el enaltecimiento <strong>de</strong>l<br />
hombre y para la perfectibilidad <strong>de</strong>finitiva <strong>de</strong> la razón, bien poco, por no <strong>de</strong>cir<br />
nada. La civilización que ha soplado <strong>de</strong>l Oriente ha mostrado aquí todas sus faces,<br />
ha hecho ver todos sus elementos; más en cuanto a resolver el gran problema <strong>de</strong>l<br />
hombre en libertad, parece que el asunto ha sido <strong>de</strong>sconocido y que el <strong>de</strong>spejo <strong>de</strong><br />
esa misteriosa incógnita no ha <strong>de</strong> verificarse sino en el Nuevo Mundo?<br />
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