El Libro de Oro de Bolívar - Otra Mirada del Conflicto
El Libro de Oro de Bolívar - Otra Mirada del Conflicto
El Libro de Oro de Bolívar - Otra Mirada del Conflicto
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Cornelio Hispano <strong>El</strong> <strong>Libro</strong> <strong>de</strong> <strong>Oro</strong> <strong>de</strong> <strong>Bolívar</strong><br />
—De nada, señor, <strong>de</strong> nada. Me río porque me da la gana.<br />
Demás está <strong>de</strong>cir que el muchacho nunca comprometió a la señora que lo<br />
obsequiaba, a hurtadillas, con tan buenos dulces.<br />
Simón y el licenciado salían a pasear a caballo casi todas las tar<strong>de</strong>s. <strong>El</strong> tutor<br />
montaba su zaino y el pupilo un burro negro, muy pesado para andar. <strong>El</strong> maestro<br />
aleccionaba al discípulo durante el paseo, aprovechándose <strong>de</strong> cualquier inci<strong>de</strong>nte<br />
para darle una lección.<br />
—Usted no será jamás hombre <strong>de</strong> a caballo —dice el licenciado a Simoncito<br />
que no tenía compasión <strong>de</strong>l asno.<br />
—¿Qué quiere <strong>de</strong>cir hombre <strong>de</strong> a caballo?— pregunta el niño.<br />
<strong>El</strong> licenciado da una explicación satisfactoria, a la cual respon<strong>de</strong> el niño:<br />
—¿Y cómo podré ser hombre <strong>de</strong> a caballo montando en un burro que no<br />
sirve para cargar leña?<br />
—Así se comienza, replica el tutor.<br />
<strong>El</strong> cronista agrega:<br />
«Podría formarse una colección <strong>de</strong> dichos, chistes, contestaciones oportunas;<br />
en ocasiones dignas <strong>de</strong> elogio, en otras dignas <strong>de</strong> censura, <strong>de</strong>l niño Simón <strong>de</strong><br />
<strong>Bolívar</strong>, durante el tiempo en que estuvo bajo la vigilancia <strong>de</strong> don José Miguel<br />
Sanz. Doña Alejandra Fernán<strong>de</strong>z <strong>de</strong> Sanz, esposa <strong>de</strong> éste, transmitió a su hija,<br />
doña María <strong>de</strong> Jesús Sanz, <strong>de</strong>spués la esposa <strong>de</strong> don Cástor Martínez, cuanto conservaba<br />
<strong>de</strong> coro acerca <strong>de</strong> las picardihuelas <strong>de</strong> <strong>Bolívar</strong>. De labios <strong>de</strong> doña María <strong>de</strong><br />
Jesús, señora <strong>de</strong> gratos recuerdos para la sociedad <strong>de</strong> Caracas, supimos muchas <strong>de</strong><br />
estas historietas, y, todavía hoy, los nietos <strong>de</strong>l tutor relatan inci<strong>de</strong>ntes que se han<br />
ido conservando en la familia durante cien años (4).»<br />
Hoy se lee en la puerta <strong>de</strong> la antigua casa <strong>de</strong> Sanz, en Caracas, esta inscripción:<br />
42<br />
Siendo muy niño/Simón <strong>Bolívar</strong>/vivió en esta casa<br />
como pupilo <strong>de</strong>l ilustre/patricio/licenciado Miguel Joseph Sanz.