El Libro de Oro de Bolívar - Otra Mirada del Conflicto
El Libro de Oro de Bolívar - Otra Mirada del Conflicto
El Libro de Oro de Bolívar - Otra Mirada del Conflicto
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
XIV. Los caballos <strong>de</strong> <strong>Bolívar</strong><br />
Huelga <strong>de</strong>cir que prefiero el alto relieve griego pero más natural, puro y hermoso,<br />
y porque en él, al aparearlo con el pasaje judío, se <strong>de</strong>staca más admirablemente<br />
la incomparable y divina simplicidad y gran<strong>de</strong>za antiguas.<br />
<strong>Bolívar</strong> fue admirable jinete y apasionado por los caballos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> su juventud,<br />
al revés <strong>de</strong> Napoleón, que nunca fue buen caballero, y él mismo lo confesaba,<br />
aunque amaba mucho sus caballos, cuyos nombres son bien conocidos: le Styrie, le<br />
Timi<strong>de</strong>, le Conquérant, le Soliman, l’Euphrate.<br />
La predilección <strong>de</strong> <strong>Bolívar</strong> por los bellos caballos y los placeres <strong>de</strong> la equitación<br />
es hoy día la última y más refinada elegancia en el gran mundo europeo y<br />
norteamericano. En Inglaterra, la hija mayor <strong>de</strong>l duque <strong>de</strong> Westminster se casa<br />
con un jockey; Matil<strong>de</strong> Mac Cormick, nieta <strong>de</strong>l millonario Rockefeller, toma por<br />
marido al jinete suizo Guillermo Oser, veintisiete años mayor que ella; y la bellísima<br />
princesa Yolanda <strong>de</strong> Saboya, primogénita <strong>de</strong> los reyes <strong>de</strong> Italia, acaba <strong>de</strong> <strong>de</strong>sposarse<br />
con el con<strong>de</strong> Carlos Calvi <strong>de</strong> Bergolo, vencedor en el último concurso<br />
hípico <strong>de</strong> Londres.<br />
Incontables fueron los corceles, ricamente enjaezados, que le regalaron a<br />
<strong>Bolívar</strong> las capitales adon<strong>de</strong> entraba vencedor, o sus amigos o admiradores que,<br />
sabedores <strong>de</strong> su predilección, se apresuraban u obsequiarlo con el mejor ejemplar<br />
<strong>de</strong> sus cuadras. <strong>Bolívar</strong> amaba con pasión sus caballos, y su e<strong>de</strong>cán O’Leary nos<br />
cuenta que inspeccionaba personalmente su cuido, y en campaña y en la ciudad<br />
visitaba varias veces al día las caballerizas.<br />
Para hacer con más comodidad sus viajes —escribe el historiador Restrepo—<br />
tenía <strong>Bolívar</strong> excelentes mulas y caballos <strong>de</strong> silla; sobre todo cuando regresó <strong>de</strong>l<br />
Perú a Colombia trajo una recua <strong>de</strong> mulas soberbias por su hermosura y valentía<br />
para viajar en nuestras montañas. Algunas <strong>de</strong> ellas le acompañaban <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Bolivia.<br />
Pocos ejemplares habrá <strong>de</strong> caballerías que hayan pasado así a lo largo <strong>de</strong> la mayor<br />
parte <strong>de</strong> la cordillera <strong>de</strong> los An<strong>de</strong>s (9).<br />
No se encariñaba, sin embargo, con sus nobles corceles, y con la facilidad con<br />
que los adquiría los regalaba a sus amigos. <strong>El</strong> 7 <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong> 1827, hallándose en<br />
Caracas, obsequió su caballo <strong>de</strong> batalla a Sir Alejandro Cockburn, ministro plenipotenciario<br />
<strong>de</strong> Inglaterra, enviado expresamente por el Gobierno británico a felicitarlo,<br />
y con quien hizo el viaje <strong>de</strong> regreso <strong>de</strong> Caracas a Cartagena (5 a 9 <strong>de</strong> julio).<br />
«Me faltan palabras, dice Sir Cockburn al avistarle recibo <strong>de</strong>l regalo, para atestiguar<br />
todo mi reconocimiento por el soberbio presente que S. E. se ha dignado<br />
hacerme. <strong>El</strong> hermoso caballo <strong>de</strong> batalla que ha llevado al ilustre Libertador <strong>de</strong><br />
123