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El Libro de Oro de Bolívar - Otra Mirada del Conflicto

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XI. La Guerra a muerte<br />

Boves fue también un valiente, y así el héroe y el bandido se confundieron <strong>de</strong><br />

tal suerte en él, que habría sido difícil trazar una línea divisoria. Ágil, intrépido,<br />

temerario, ambicioso <strong>de</strong> mando, rebel<strong>de</strong>, astuto, pérfido, frío como el hierro. La<br />

fatiga, los peligros, la lucha con los elementos fortificaron su cuerpo, y la vida<br />

aventurera <strong>de</strong> pirata, que llevó en su mocedad, y el aspecto constante <strong>de</strong> la muerte,<br />

endurecieron su alma. Impasible en la <strong>de</strong>rrota, ebrio en el triunfo, tolerante con<br />

los excesos <strong>de</strong> sus parciales, feroz hasta el <strong>de</strong>liro contra sus enemigos, Boves integra<br />

en su espíritu el ímpetu salvaje <strong>de</strong>l llanero y su astucia y su fatalismo con la<br />

crueldad <strong>de</strong> Zuazola, Antoñanzas, Cerberis. Si la resistencia le irrita, aun le enfurece<br />

más la adulación. En su primera entrada triunfal a Calabozo mata con su<br />

propia mano al isleño que sale a vitorearle, celebrador <strong>de</strong> todos los triunfadores.<br />

Sobrio, sólo poseía un caballo y su espada, y en el testamento que <strong>de</strong>jó apenas<br />

pudo disponer, en favor <strong>de</strong> su novia (¡porque Boves amó!), <strong>de</strong> trescientos pesos<br />

que le <strong>de</strong>bía don Juan Vivente Delgado.<br />

Sus huestes <strong>de</strong>soladoras estaban compuestas, exclusivamente, <strong>de</strong> venezolanos,<br />

llamados pardos o mestizos, lo que confirma esta triste verdad enunciada por<br />

todos los historiadores: La causa <strong>de</strong> la in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia no fue popular en ninguna<br />

<strong>de</strong> las antiguas colonias españolas. <strong>Bolívar</strong> en San Mateo apenas mandaba un ejército<br />

<strong>de</strong> dos a tres mil soldados, la flor y la nata <strong>de</strong> la juventud <strong>de</strong> Bogotá y Caracas,<br />

entre la cual figuraban no pocos jóvenes recién salidos <strong>de</strong> los seminarios y colegios,<br />

mientras Boves reunía bajo la ban<strong>de</strong>ra real siete mil hombres <strong>de</strong>l pueblo que gritaban<br />

con locura: ¡Viva Fernando! En Nueva Granada las multitu<strong>de</strong>s contemplaban<br />

con indiferencia la lucha que sostenían un puñado <strong>de</strong> sabios, poetas y<br />

abogados con la solda<strong>de</strong>sca <strong>de</strong> Calzada y <strong>de</strong> Morillo, sin compren<strong>de</strong>r siquiera la<br />

causa que sostenían los primeros y por la cual iban bien pronto a dar su vida en el<br />

cadalso. En Chile fueron también minorías los Careras y los O’Higgins. Pero<br />

don<strong>de</strong> más impopular fue la causa <strong>de</strong> la in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia y más odiosa <strong>de</strong> la revolución<br />

<strong>de</strong>mocrática complementaria, fue en el Perú. La obra iniciada allí por San<br />

Martín y concluida por <strong>Bolívar</strong>, fue, pues, más <strong>de</strong> conquistadores que <strong>de</strong> auxiliares.<br />

<strong>El</strong> sentido <strong>de</strong> la revolución <strong>de</strong>mocrática era un mito para la masa peruana <strong>de</strong><br />

1822, y era profundamente odiosa para las clases aristocráticas que constituían<br />

toda la vida <strong>de</strong> la colonia en los centros <strong>de</strong>l litoral <strong>de</strong> aquel país, lo cual explica<br />

aquella serie <strong>de</strong> veleida<strong>de</strong>s y traiciones en que incurrieron los magnates peruanos.<br />

Tales hombres, salvo raras excepciones, no lograron penetrar en la revolución, en<br />

cuyas filas fueron a alistarse, un punto más allá <strong>de</strong> la guerra que ella hacía a los<br />

españoles y el <strong>de</strong> su lanzamiento <strong>de</strong>l suelo patrio, y cuando se les hizo vislumbrar<br />

otra cosa, faltoles el valor, hijo <strong>de</strong> la convicción, apocose su ánimo, e irritados,<br />

corrieron los unos en busca <strong>de</strong> las antiguas libreas, bajo las antiguas ban<strong>de</strong>ras, y se<br />

vengaron otros <strong>de</strong> los impru<strong>de</strong>ntes que iban a imponerles la libertad por la fuerza.<br />

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