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de monedas, montones de collares, brazaletes y anillos, por valor de casi un<br />
millón de dólares en total.<br />
Junto a la mesa se levantaba una siniestra figura humana. Le hizo una<br />
seña a Ull y le dijo con ronca voz sibilante:<br />
-Supongo que despliegas toda esta pompa para impresionarme...<br />
La expresión que asomó a los ojos de Ull le dio a <strong>com</strong>prender que acababa<br />
de dar en el clavo.<br />
-Sí, en verdad hay mucho dinero ahí... -balbuceó Ull.<br />
La figura siniestra colocada junto a la mesa llevaba puesto aún uno de los<br />
trajes de plata. Y la voz susurrante que le caracterizaba era, sin duda<br />
alguna, fingida.<br />
-Así, ¿sigues creyendo que los robos perpetrados anoche <strong>com</strong>pensan el<br />
escándalo dado con tu conducta y la actividad que ahora muestra la<br />
Policía?-interrogó a Ull con sarcasmo.<br />
-¡Oh, no nos atrapará!-replicó éste-. Ordenaré que se leven anclas y<br />
saldremos por unos días de Nueva York. Nadie sospecha de nosotros. Los<br />
documentos de este buque están en buen orden y en la bodega llevamos un<br />
cargamento inofensivo de curtidos y lana. Por sí solo bastará a demostrar<br />
que nos dirigimos de Sud América al Canadá.<br />
-¡No pretendas ocultármelo! -profirió, vivamente su jefe.<br />
-¿Yo? ¿Qué es lo que te oculto?-dijo con fingida sorpresa Ull.<br />
-El hecho de haber dispuesto que se llevaran a cabo esos latrocinios sin<br />
contar conmigo-rugió el jefe-. Mis órdenes fueron otras, únicamente<br />
debisteis asaltar el camión blindado y asesinar a Paine Winthrop. Y esto era<br />
todo sin contar con nuestra lucha incidental con Doc Savage.<br />
Ull <strong>com</strong>enzó a decir:<br />
-Pero, hemos ganado casi un millón de dólares...<br />
-...poniendo en peligro un plan que me ha proporcionado la suma de cien<br />
millones en el plazo de un año-terminó el enmascarado jefe.<br />
Ull inclinó la cabeza.<br />
-¿Qué?- interrogó con voz ahogada-. ¿Cien millones...?<br />
-¡Sí, cien millones!<br />
Ull parecía deslumbrado.<br />
-No <strong>com</strong>prendo-murmuró.<br />
-Recordarás que en lo que va transcurrido del año te he ordenado quitar de<br />
en medio a varios individuos, ¿no es verdad? -explicó el enmascarado, con<br />
tono sombrío-. Esos asesinatos, debo confesarlo, se han hecho bien y<br />
ninguno de ellos ha dejado vislumbrar que fueran <strong>com</strong>etidos conforme a un<br />
plan deliberado, más...<br />
Ull se humedeció los labios.<br />
-Yo he creído-dijo-, que esos individuos eran solamente tus enemigos. Por<br />
lo menos así me lo decías.<br />
-Y lo eran... en el campo de los negocios-replicó la siniestra figura del jefe-.<br />
Todos ellos se interpusieron en mi camino cada vez que proponía yo la<br />
fusión de dos Compañías; la que ellos dirigían y la que dirigía yo. Por ello me<br />
vi obligado a quitarles de en medio.<br />
-Pero, ¿qué tienen que ver esos asesinatos con la adquisición de los cien<br />
millones? ¡Dime!<br />
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