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Los Cráneos Plateados no retrocedieron. Comprendían que su salvación<br />
estribaba en el número.<br />
La batalla que se entabló a continuación fue fantástica por demás,<br />
extraordinaria, Por tener lugar en el fondo del mar y en las entrañas de un<br />
submarino.<br />
El individuo armado de la lanza atacó varias veces con ella a sus oponentes<br />
mas el final se enredó el cordón que la unía a su propio sumergible y tuvo<br />
que abandonarla.<br />
Rodeados, por <strong>com</strong>pleto, a la sazón, Doc y sus hombres formaron un<br />
círculo estrecho erizado de puntas de acero, las afiladas puntas de sus<br />
cuchillos.<br />
Pero no resistieron largo tiempo.<br />
Los Cráneos Plateados atacaron sobre todo el lado defendido por Pace y<br />
Mac Coy y rompieron el cerco. Sólo uno de ellos retrocedió, tambaleándose.<br />
Burbujas de aire salieron de un agujero que le había abierto Pace en el<br />
traje con la punta del cuchillo.<br />
Entonces se deshizo el círculo de luchadores. Cuatro hombres se<br />
apoderaron de Savage. Uno perdió súbitamente interés por la lucha y corrió<br />
vacilante a su embarcación. De su traje rasgado se desparramaban burbujas<br />
de aire.<br />
Otro Cráneo se apoderó al cabo de un brazo de Doc. El hombre de bronce<br />
intentó sacudírselo. En tierra no le hubiera sido difícil conseguirlo; bajo el<br />
agua era, un trabajo digno de Hércules.<br />
Por ello le asieron por el otro brazo y finalmente por las dos piernas.<br />
Después se le obligó a tenderse en tierra. Como bajo del agua había perdido<br />
peso no logró ponerse otra vez de pie, forcejeando, y le vencieron.<br />
Uno de Los Cráneos Plateados se colocó a su espalda. ÉL trató de volverse<br />
para impedirlo a pesar de estar sujeto por el resto del grupo, pero llegó tarde,<br />
y de pronto oyó el sonido del aire que se escapaba.<br />
¡Acababan de arrancarle el aparato del oxígeno!<br />
AL abandonar el casco la presión hecha hasta el momento por el aire,<br />
<strong>com</strong>enzó a entrar agua en su interior. Ella se derramó en helada caricia por<br />
la nuca y hombros, escurrióse traje abajo, por aquel traje que de manera tan<br />
estrecha se le había adherido al cuerpo cuando lo tenia lleno de aire.<br />
También el agua le rodeó el cuello, le besó en los labios De haber estado en<br />
pie, la presión del aire en la parte alta del casco hubiera impedido que<br />
entrase en él el agua unos segundos siquiera.<br />
Mas, <strong>com</strong>o estaba tendido en el suelo de acero, le cubrió la nariz y los ojos.<br />
Unas pocas burbujas se escaparon de aquélla. Entonces la loca<br />
desesperación de retardar la muerte pareció apoderarse del gigante de<br />
bronce.<br />
Sus grandes brazos se agitaron, convulsos, y los dos hombres que los<br />
sujetaban fueron a chocar uno contra el otro, se asestaron un golpe<br />
simultáneo en las cabezas y, atontados, dejaron de asirle los brazos.<br />
De un puntapié se libró Doc del tercer bandido que le tenía cogidas las<br />
piernas.<br />
El que le había desembarazado del depósito de oxígeno se retiró con él en la<br />
mano y el cuchillo en la otra.<br />
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