12.05.2013 Views

Documento - GutenScape.com

Documento - GutenScape.com

Documento - GutenScape.com

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Luego el simiesco químico se caló el casco transparente, abrió la llave del<br />

pequeño aparato de radio y agregó:<br />

-Ea, vámonos. Acabemos de una vez.<br />

Doc les precedió por el camino a popa. Allí abrió una escotilla ovalada que<br />

daba sobre un cubículo de acero de unos seis pies cuadrados en cuyo techo<br />

se abría una segunda escotilla.<br />

Doc cerró la primera, qué era la que acababan de atravesar, movió una<br />

palanca y gimió el mecanismo invisible.<br />

Entonces se levantó la segunda escotilla y entró el agua primero poco a<br />

poco, de pronto después y con tal violencia que les derribó por tierra.<br />

El hombre de bronce se incorporó y salió.<br />

Los otros le siguieron. Primero Mac Coy, luego Pace, Monk y finalmente<br />

Ham.<br />

Cada uno empuñaba un cuchillo afilado de larga hoja. Estos cuchillos iban<br />

enfundados en los cinturones de cuero de los trajes de buzo que vestían y<br />

para debajo del agua no podían haber hallada armas más eficaces.<br />

Fuera del submarino había más claridad de la que habían supuesto.<br />

Primeramente la corriente se había llevado la nube negra. Además, los<br />

«cráneos de acero» iban provistos de potentísimas antorchas portátiles<br />

Doc se dirigió en línea recta al grupo que rodeaba, la escotilla abierta en la<br />

torrecilla del buque. De momento le pareció vago, <strong>com</strong>o vista a través de la<br />

niebla. Poco a poco, sin embargo, se definieron sus contornos. Se <strong>com</strong>ponía<br />

de cuatro individuos.<br />

Los cuatro vestían trajes impermeables especiales, de los que no necesitan<br />

ir provistos de tubos para el aire porque llevan el oxígeno indispensable para<br />

la respiración en depósitos situados a la espalda de los trajes.<br />

Tampoco sus cascos eran transparentes sino de metal con aberturas<br />

enrejadas para el semblante.<br />

Los Cráneos Plateados -no cabía dudar que lo eran- estaban armados de<br />

martillos y destornilladores.<br />

Doc, corrió hacia ellos, agachándose. Probablemente el ruido sordo<br />

producido por sus zapatos de suela de goma sobre el casco del submarino<br />

puso sobre aviso al grupo que rodeaba la escotilla porque se enderezaron y<br />

uno que llevaba un soplete se escurrió <strong>com</strong>o una ardilla e hizo ondear la<br />

llama gris del instrumento delante de sí.<br />

Era un instrumento odioso aquel. Ardía bajo el agua por gracia del oxígeno<br />

puro de que le proveía un depósito portátil y pedía hundir el acero más duro<br />

con la facilidad con que se hunde un dedo en el fango.<br />

Monk avanzaba en pos de Doc, pegado a sus talones <strong>com</strong>o vulgarmente se<br />

dice. El traje impermeable ponía aún más de manifiesto su parecido con el<br />

orangután.<br />

-Ataquemos al hombre del soplete-ordenó Doc por radio.<br />

Tomó la derecha mientras se dirigía Monk a la izquierda.<br />

EL Cráneo Plateado dio unos pasos al azar, luego <strong>com</strong>enzó a retroceder.<br />

Le inspiraban respeto los cuchillos que llevaban Doc y Monk, pues el<br />

cuerpo de su traje era de lienzo y de goma y no le defendía de un arma<br />

blanca.<br />

De pronto sus <strong>com</strong>pañeros cedieron apelando a la fuga. La resistencia del<br />

agua transformaba sus movimientos y les prestaba una grotesca lentitud<br />

94

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!