12.05.2013 Views

Documento - GutenScape.com

Documento - GutenScape.com

Documento - GutenScape.com

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

-Es muy sencillo. Lo he adquirido mediante una operación oportuna,<br />

jugando al alza y a la baja. Pero ahora no es ocasión propia de entrar en<br />

detalles demasiado <strong>com</strong>plicados para tratarlos de pasada.<br />

Ull dirigió una ojeada a la mesa y lo que había en ella no pareció<br />

impresionarle tanto <strong>com</strong>o en un principio.<br />

-¿Paine Winthrop era también uno de los que se oponían a la fusión de su<br />

Compañía con la tuya?-deseó saber.<br />

-No-replicó el otro-. Winthrop trabajaba a mi favor. Como sabes, se<br />

construyó nuestro submarino en sus astilleros hará cosa de unos meses,<br />

cuando todos sus empleados estaban de veraneo, y pudimos valernos, para<br />

la construcción proyectada, de nuestros hombres. Yo pensaba entonces<br />

fusionar mi Compañía con la suya y darle una buena parte de la ganancia<br />

que esta fusión nos produjera, pero se le enfrió de repente el entusiasmo. Le<br />

habían dicho que el submarino era encargo de un gobierno extranjero y, por<br />

ello, cuando se enteró de su verdadera utilidad le faltó valor. Tuve que<br />

quitármelo de en medio para evitar que le fuera con el cuento a la Policía.<br />

-¡Ya!-exclamó Ull. El verdadero jefe de la banda se meció sobre los tacones<br />

de sus zapatos. Incluso llevaba puestos los guantes de piel plateada, pero, de<br />

rabia le temblaban las manos todavía.<br />

Aquella ira siniestra <strong>com</strong>enzó a atacarle los nervios a Ull, así <strong>com</strong>o la<br />

máscara. Se sentía inquieto. Aquí, se decía, hay un proyecto de más<br />

envergadura de lo que he creído.<br />

-Estamos a bordo. Ya no tienes por qué ocultarte-murmuró.<br />

-Muchos de entre tus hombres no me conocen-replicó el otro con su voz<br />

susurrante-, y conviene que continúen sin conocerme. Pero no nos salgamos<br />

de la cuestión. ¡Anoche desobedeciste mis órdenes!<br />

-No tengo yo toda la culpa de ello -murmuró Ull.<br />

¡Hola! ¿Por qué?<br />

-Porque de haber sabido lo que sé ahora, no hubiera sido tan tonto que me<br />

hubiera arriesgado a estropear tus planes-replicó Ull.<br />

Su jefe pareció reflexionar aquella respuesta.<br />

-En lo futuro se han de obedecer implícitamente mis órdenes-dijo al cabo.<br />

-Así se hará. Descuida-replicó gravemente Ull.<br />

El enmascarado le indicó con el dedo la mesa cargada de tesoros.<br />

-Reparte todo lo que ahí hay entre tus hombres-dispuso-. Para mí no<br />

quiero nada. No tomes nada tampoco. Este será tu castigo por haber<br />

pisoteado anoche mi autoridad.<br />

Ull se estremeció <strong>com</strong>o si acabaran de asestarle un alfilerazo, mas no dijo<br />

nada.<br />

-¿Qué haremos con los prisioneros?-quiso saber.<br />

-Interrógales y después ejecútales.<br />

Ull partió.<br />

-Cierra la puerta-ordenó el jefe-, y no me molestes más.<br />

Ull cerró la puerta del <strong>com</strong>edor y desapareció.<br />

Cuando hubo partido, el enmascarado se acercó a la mesa de nuevo, pasó<br />

revista a las joyas con aire de un perito en la materia y eligió las más<br />

valiosas.<br />

Luego tomó varios fajos de billetes. En menos de un minuto se había<br />

apropiado de casi una cuarta parte del tesoro.<br />

108

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!