Número 99 - Biblioteca Digital del CONEVyT

el Convento de Santo Domingo, herencia virreinal, Monte Albán o el barro
negro; así como nosotros tenemos, y ni quien pueda quitárnoslo, el Cerro
de la Silla, Cintermex, el cabrito al pastor o la carne asada, por
mencionar algunos aspectos de nuestra variedad cultural.
Pero así como tenemos nuestras riquezas, y lo podemos comparar con
cualquier otro estado de nuestra República, también tenemos nuestros
problemas, particularmente en el sector educativo, los cuales no
necesariamente son los mismos. Por ejemplo, Nuevo León cuenta con un
cuerpo de profesores y profesoras muy comprometido con su labor, cumple
con sus funciones y el calendario escolar; le ha faltado un impulso, una
voluntad que lo concite y lo motive a emprender mayores retos para dejar
atrás el tradicionalismo y la rutina que esteriliza la práctica
educativa. No tenemos los ya tradicionales paros de maestros, que por
causas que no vienen al caso, afectan al sistema educativo de Oaxaca, por
ejemplo.
No dudamos que puede ser útil compararnos con otros estados del país,
pero más que promover actitudes autocomplacientes, alimentar el ego y
falsos orgullos, las estadísticas deben tomarse como indicadores, para
ubicar los retos que debemos enfrentar, problemas que es necesario
superar para conducir educación a estadios superiores.
Pienso que debemos estar abiertos a la evaluación de organismos
externos y la autoevaluación para que sea una práctica recurrente de los
integrantes del sistema educativo, pero la misma debe realizarse con
seriedad, por profesionales en la materia, con un amplio sustento ético,
que reconozca las diferencias y se base en principios que fomenten la
corresponsabilidad que tengan como marco el compromiso que se tiene con
la sociedad de la que formamos parte. Tomando esto en cuenta, claro que
estaríamos en posibilidades de compararnos con otros estados de la
República y otras regiones del mundo, por que la evaluación se haría de
una manera sería y responsable, no por frivolidades.
Dentro de este panorama que nos acaba de describir, ¿cuáles son las
realizaciones más apreciables y los defectos o problemas más graves?
Es muy difícil hablar de realizaciones, en toda la línea, con efectos
incuestionables, en virtud de que en general, la administración educativa
que está por terminar, privilegió lo político y no le brindó la debida
importancia a lo académico. Por ejemplo, destacados dirigentes del
partido gobernante, —Acción Nacional— se posicionaron en la Secretaría de
Educación sin contar con antecedente alguno en el sistema educativo
público y mucho menos conocerlo.
Otro elemento que torna difícil el análisis, es que muchos de los
programas llevados a cabo durante este periodo, son de naturaleza
federal, tienen su origen en los programas de la SEP, mismos que se
presentan, puede verse en la página de internet de la Secretaría de
Educación del Estado, como programas estatales, o al menos no se hace la
diferencia de cuáles son los llevados a cabo por el CECAM, PROGRESA, SEPa
Inglés, el Proyecto Escolar, el Rincón de la Lectura, Educación para los
Alumnos Migrantes, Escuelas de Calidad etcétera, e incluso proyectos que
son propios de organismos particulares, como los Centros de Comunidades
para el Aprendizaje promovido por el ITESM y que se presenta como propio
de la administración estatal, sucediendo lo mismo con programas de otras
mismas dependencias del Estado.
De todas formas y no estando a salvo de incurrir en una imprecisión, en
aras de ser objetivos, entre lo rescatable de la administración educativa
que está por terminar, encontramos los siguientes proyectos: