Número 99 - Biblioteca Digital del CONEVyT

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UNA MAESTRA MEXICANA APOSTÓ SU CABELLERA PARA QUE LOS ALUMNOS LEYERAN MÁS
Un ocurrente juego de apuestas realizado en un colegio mexicano y el
sacrificio de una profesora han servido para convertir el tedio de la
lectura en una aventura apasionante a la que se entregaron unos 150
estudiantes en el recién concluido año académico.
Con un compromiso personal más que con fórmulas mágicas, Claudia
Perichart, la directora del Colegio Infantil Xipal, ofreció a los
estudiantes dejar que le cortaran la cabellera si en el curso leían entre
todos más de dos mil 500 libros, objetivo que cumplieron con creces al
llegar casi a los tres mil. Duendes, hadas, cuentos infantiles, novelas
de ficción, aventuras, héroes, villanos y los mismos alumnos se
convirtieron en auténticos protagonistas de un juego ingenioso que sirvió
para corregir, al menos en esa escuela, una grave laguna histórica. Los
datos oficiales apuntan a que en México actualmente se lee un libro al
año, muy por debajo del mínimo que recomienda la Organización de Naciones
Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO). Esta situación
se debe en parte al alto índice de analfabetismo, que asciende a cerca
del 10% de la población y afecta a unos 10 millones de personas, muchos
de ellos indígenas. A comienzos del curso Perichart, una licenciada en
Ciencias de la Educación experta en Educación Especial, lanzó un reto a
los estudiantes de entre 6 y 12 años: les propuso que se teñiría el pelo
de colores si leían entre todos 500 libros antes de enero, lo que se
cumplió antes de lo previsto. La profesora se percató de que además de
las risas de los chiquillos al ver su cabello con vetas de colores había
conseguido crear una complicidad saludable, así que decidió elevar su
apuesta: “Con mil 800 libros me lo pinto de morado”. Los estudiantes
pidieron a los padres que les compraran más libros, los leyeron y
lograron su segundo objetivo.
Perichart asegura que cada día que pasó de aquellos meses “la
motivación (por leer) empezó a ser mucho más fuerte”, por lo que decidió
presentarse con una apuesta más alta y arriesgada: “Si leen entre todos
dos mil 300 libros antes del 4 de julio, me rapo”, les dijo. “De pronto
pensé que era un poco descabellado”, explicó la maestra, quien por
momentos sintió que el juego podía salirse de control. Pronto comprobó,
sin embargo, que la lectura aumentaba sin pausa y que el entusiasmo de
los pequeños era tal que, prevenida, asumió que su suerte estaba echada.
Los muchachos rebasaron la marca y el 30 de abril, Día del Niño, dejó que
la raparan completamente. Los que más habían leído tuvieron el “honor” de
coger las tijeras y cortarle el pelo a la maestra delante de todos. “Los
niños pensaron que yo perdí, pero les gané”, explicó Perichart, quien
recordó que a pesar del pequeño “atentado contra mi persona”, el curso
fue uno de los mejores de su larga carrera de 34 años en la enseñanza
primaria. Alejandra rompió todas las marcas y con 78 libros es la que más
resúmenes presentó. “La princesa encarcelada” fue su favorito. Estéfano
también leyó como nunca hasta el punto de atreverse en inglés con “The
Bats”, una historia de vampiros. Entre los favoritos de Pepe estuvieron
los de Harry Potter, a quien prefiere por escrito que en la gran
pantalla: “Me gustó más el libro porque cuenta más, en él hay partes que
no se muestran en la película”. Lleva dos tomos de los cinco de la saga y
va a la mitad del tercero.