Número 99 - Biblioteca Digital del CONEVyT
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El estudio<br />
En el estudio participaron 40 personas, hombres y mujeres de entre 18 y<br />
25 años, por una parte y 40 hombres y mujeres de entre 40 y 60 años de<br />
edad, por otra.<br />
A todas las personas se les aplicó una escala tipo Likert con 201<br />
palabras <strong>del</strong> lenguaje de las emociones, como compasión, pánico, fervor y<br />
euforia. A estas palabras las personas les asignaron una respuesta<br />
considerando la intensidad emocional, eligiendo entre opciones como<br />
“mucho”, “poco”, o “nada”.<br />
Se les entregó además una lista de 23 pares de adjetivos con los cuales<br />
debieron calificar ocho palabras emocionales básicas: ira, tristeza,<br />
temor, placer, amor, sorpresa, disgusto y vergüenza. Algunos de los pares<br />
de adjetivos empleados fueron: dulce-amargo, lleno-vacío, suave-duro y<br />
estimulante-deprimente.<br />
Resultados<br />
• Cualidades asignadas a las emociones<br />
Entre las cualidades que se encontraron claramente asociadas a ciertas<br />
emociones están las siguientes. El temor fue considerado frío y abierto,<br />
masculino, vacío, más regular que irregular y más estimulante que<br />
deprimente. La palabra amor fue adjetivada como redonda, vacía, mala y<br />
masculina. El placer fue caracterizado como malo, deprimente, rápido,<br />
femenino, caliente, amargo, débil, aspero e irregular. Tales<br />
caracterizaciones construyen una imagen negativa de las palabras sexo y<br />
amor.<br />
Diferencias por edad<br />
La edad marcó una diferencia en el lenguaje de las emociones empleado.<br />
Los jóvenes asignaron mayor carga emocional a las palabras envidia,<br />
gruñón, desdén y odio. Los adultos le dieron mayor carga emocional a las<br />
palabras libertad, esperanza, compasión, cuidado, apacible,<br />
arrepentimiento y gusto.<br />
El valor de las palabras de la emoción, su sentido y uso, parece ser<br />
sensible al tiempo. Los autores apelan a las expectativas de cada edad<br />
para explicar las diferencias. La vida como una posibilidad abierta sería<br />
la razón por la cual los jóvenes eligen “emociones más turbulentas”<br />
mientras que los adultos eligen la sombra, el descanso, puesto que: o “ya<br />
cumplieron sus propósitos u objetivos o renunciaron a ellos”.<br />
Diferencias por sexo<br />
El sexo se relacionó claramente con cierto tipo de palabras emotivas. Las<br />
mujeres dieron mayor peso a las palabras afecto, esperanza, libertad,<br />
orgullo, pánico, agresión, desamor y triunfo. Los hombres asignaron mayor<br />
valor a las palabras despiadado, aburrimiento, descontento, efervescencia<br />
y temblorina<br />
Esta claro que, culturalmente, ser mujer o ser hombre lleva por<br />
distintos caminos en el campo de los afectos. En el estudio se<br />
confirmaron los afectos asignados tradicionalmente al género femenino,<br />
tales como el cuidado, la esperanza, la dicha; aparecen otros que mueven<br />
a los investigadores a encontrar otra explicación, tales como el miedo,