Número 99 - Biblioteca Digital del CONEVyT

Y si uno se pregunta ¿por qué no hay libros?, además de atribuir las
causas a problemas económicos, vale la pena reflexionar en lo que sucede
en las aulas, desde educación preescolar hasta licenciatura.
Alrededor del valor de la letra, del valor de la palabra, se han
escrito abundantes documentos, pero los problemas subsisten, y quizá por
ello volvemos con frecuencia la mirada a la educación básica, como el
espacio donde se sientan las bases para el desempeño posterior de los
usuarios de una lengua, que llegan a las aulas universitarias con un -
bagaje lingüístico reducido, y con escasa conciencia sobre su
responsabilidad como hablantes, lectores o redactores, frente a múltiples
objetos de conocimiento.
Durante las próximas décadas, las transformaciones que experimentará
nuestro país exigirán a las nuevas generaciones una formación básica
más sólida y una gran flexibilidad para adquirir nuevos conocimientos y
aplicarlos creativamente la capacidad, de seleccionar y evaluar
información transmitida por múltiples medios, será un requisito
indispensable en todos los campos. Las inquietudes se refieren a
cuestiones fundamentales en la formación de los niños y los jóvenes: la
comprensión de la lectura y los hábitos de leer y buscar información,
la capacidad de expresión oral y escrita. 2
Esto se orienta, sin duda, a tratar de resolver problemas presentes en
sujetos de diversos niveles educativos, con relación al conocimiento y
uso de la lengua. Respecto a lo anterior, una consulta a maestros de
educación primaria, realizada en 1994, ofreció la siguiente información:
Se aplicó un instrumento de evaluación inicial cuyo propósito era
detectar los problemas más comunes en la clase de Español (de acuerdo con
los docentes), el origen que les atribuían y las estrategias con que los
resolvían. De las respuestas que dieron pudo desprenderse que la falta de
comprensión en la lectura se considera el problema más frecuente entre
los alumnos, al que le siguen la falta de claridad para expresarse, las
dificultades en la redacción y la omisión de palabras o letras; después
se encontraban la ortografía, confusión en el uso de grafías y deletreo,
y sólo en algunos casos señalaron como problema el limitado vocabulario o
el cambio de una letra por otra. Es decir, los problemas fundamentales
son: comprensión lectora, expresión oral y redacción. 3
Si bien la muestra no fue grande, es importante en cuanto que ofreció
información desde la perspectiva de los propios docentes, que finalmente
remite a reflexionar cuál es la relación entre los lineamientos de
política educativa y las necesidades reales de los docentes, sobre todo
de los estudiantes en las aulas. Los programas de 1993 para la enseñanza
del Español, dicen:
Se ha considerado que es indispensable seleccionar y organizar los
contenidos educativos que la escuela ofrece, obedeciendo a prioridades
claras, eliminando la dispersión y estableciendo la flexibilidad
suficiente para que los maestros utilicen su experiencia y su
iniciativa y para que la realidad local y regional sea aprovechada con
un elemento educativo” (el subrayado en nuestro). 4
El plan establece como propósitos generales:
[...] asegurar que los niños [...] Adquieran y desarrollen las