14.05.2013 Views

I

I

I

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Coldita, de Cailín, de la comuna de Quellón, de Chiloé (…) la<br />

disminución de muchos recursos, como la navajuela (…) el lugar<br />

donde hay salmonera ya no hay (…). (Respecto del luche) las piedras<br />

quedaron así, blancas, más menos unos 7 años atrás, es que<br />

el alimento, el excremento que se va botando de los pescados,<br />

la salmonera, va quedando todo en el fondo, entonces viene las<br />

mareas y lo echa por la costa” (José Lautaro Wentén, isla Laitec;<br />

en Alvarez y Navarro 2010).<br />

“La disminución de los peces también se debe al mal manejo que<br />

se ha hecho por las grandes industrias. Están dejando las áreas<br />

destruyendo lo nativo como se dice y creando lo artificial. Las<br />

salmoneras crean harto trabajo, una fuerte laboral importante, pero<br />

lo que no ve el estado es el daño cultural, social que producen al<br />

sector, y también ambiental porque la contaminación que producen<br />

dañan a todas las otras especies que pueden haber” (Juan<br />

Miranda, presidente comunidad indígena Wenke Caulín; en Alvarez<br />

y Navarro 2010).<br />

La masificación de infraestructura flotante de la mitilicultura por otro<br />

lado provoca, como problema no planificado, la obstaculización de<br />

zonas de tránsito tradicionales y zonas de pesca, saturando el mar<br />

con balsas y colectores. Hoy en día la normativa les exige la utilización<br />

de balsas de plástico resistentes, sin embargo en la historia<br />

reciente generaron enormes volúmenes (junto a la salmonicultura)<br />

de basura flotante (principalmente plumavit).<br />

Actualmente las Áreas de Manejo (AMERB) logran resguardar a<br />

numerosas especies que fuera de ellas han sido extraídas hasta<br />

agotarlas: “(Hay menos mariscos que antes) por ejemplo, donde<br />

no está protegido sí, porque yo le puedo poner un ejemplo, en el<br />

área que nosotros tenemos usted ve que protegiéndolo… hoy día<br />

no más hallamos un banco de culengues ¡que está pero!… este<br />

año hallamos un banco de centollas (…) tienen comedero, porque<br />

está protegido (¿y qué ocurre con las áreas que no están protegidas?)<br />

están más explotadas, es que viene gente de otros lados<br />

(…) se nos vienen a meter las lanchas de otros lados, es que es<br />

un banco, por ejemplo nosotros en este momento lo que tenemos<br />

solicitado era un banco natural, nosotros no hemos hecho ni un<br />

trabajo ahí, nada, es un banco natural, que eso viene de a medio,<br />

de la profundidad viene para tierra, el erizo, la centolla (…) la mayoría<br />

son de Pargua, de Astilleros, de Maullín (…) ahí donde nosotros<br />

estamos cuidando quedan miles, toneladas de erizos (…) nosotros<br />

ahora estamos sacando la centolla, ¿usted cree que si eso no<br />

hubiese estado protegido por nosotros iba a ver algo?, no iba a<br />

ver nada porque se iban a meter otras personas, lanchas de otros<br />

lados (Oscar Díaz, Punta Chilen; en Alvarez y Navarro 2010).<br />

El pillaje constante perjudica en la raíz misma a estas figuras debido<br />

a que quienes deben duplicar esfuerzos por mantener económicamente<br />

a dichos espacios son sus usuarios directos: pescadores<br />

artesanales. El daño causado es notorio: “Es harto grave<br />

porque han chocado personas en el mar, los han dejado sin, por<br />

ejemplo, los motores, entonces queda gente a la deriva, afuera en<br />

la noche, y es harto complicado, y ese mar por ahí es medio difícil<br />

de navegar” (Adolfo Otey Pérez, 28 años).<br />

Se evidencia que allí donde hay AMERB las poblaciones de locos<br />

se mantienen en buenas condiciones, a diferencia de las zonas<br />

no administradas: “Todos sacan, nadie cuida, no dejan que se reproduzca<br />

el producto. Yo creo que se empezó a ver el año ’90, se<br />

empezó a escasearse, la gente empezó a tomarse esos sectores y<br />

a cuidarlo, y el loco llega y se empieza a arrimar al espacio porque<br />

tiene comida, porque por lo general habían partes donde hay piures,<br />

pero eso también lo sacan, entonces no tienen comedero y el<br />

loco no se allega. Entonces, como ya se cuida esa parte, y nadie<br />

saca nada de ahí, hay más comida y hay producto (…) se supone<br />

que si tu cuidas una parte va a ver todo ese producto, si lo cuidas<br />

va a ver” (Adolfo Otey Pérez, localidad Huapi Lacuy; en Alvarez y<br />

Navarro 2010).<br />

“(…) ahora tenemos un parque de cultivo, (lo) tenemos en Pudeto.<br />

No nos ha dado resultado si po, porque nos roban. Teníamos ostra<br />

japonesa… después se sembró algas, también en la noche lo iban<br />

a robar” (Alfredo Almonacid en Rogel 2009).<br />

“(…) con la nueva ley de las áreas de manejo, que en parte nos<br />

favorece y en parte también nos deja un poco desamparados,<br />

la parte que nos favorece es eso, que reservar el recurso, poder<br />

trabajar con la talla que nos corresponde, y sacarlo ordenadamente.<br />

Y el otro desfavorable que tenemos es que nos desampara<br />

en la ley de cuidar (…) las autoridades locales hacen vista gorda,<br />

y (…) día a día vemos que la autoridad no está cumpliendo con<br />

su deber de fiscalizar (…) nosotros tenemos una economía en<br />

98 99

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!