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así como de la historia humana, las actividades económicas que<br />
se desarrollan, aquellas que se pretenden desarrollar en el futuro<br />
(Salm y Clark 2000, Gubbay 1995).<br />
La zonificación de un área es el producto más importante y final<br />
de un proceso de línea base. Es en sí, el punto de encuentro<br />
de todos los resultados que han sido obtenidos, de tal forma de<br />
plasmar toda la información en una respuesta tangible, como es<br />
la definición de los usos del territorio y en este caso particular,<br />
del maritorio. En general, la zonificación es, en su esencia, una<br />
herramienta de administración que permite definir los propósitos y<br />
el control espacial de actividades autorizadas (en ocasiones bajo<br />
condiciones asociadas) o restringidas en áreas geográficas específicas.<br />
Dicho de otra forma, es un sistema de manejo ecosistémico<br />
que reduce los conflictos, incertidumbre y costos, al separar usos<br />
incompatibles y especifica cómo ciertas áreas debieran ser utilizadas.<br />
Según Kelleher (1999), la zonificación es usada habitualmente<br />
para:<br />
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Proveer protección a hábitats críticos o representativos;<br />
Separar actividades humanas incompatibles o que generan<br />
conflictos entre sí;<br />
Proteger las características naturales o culturales de un AMP,<br />
mientras que permita un espectro razonable de usos humanos<br />
compatibles con los objetivos de conservación propuestos<br />
para el área;<br />
Reservar áreas para usos humanos, en particular para aquellos<br />
que es necesario minimizar su impacto en la zona de<br />
establecimiento del AMP.<br />
Preservar algunas áreas dentro del AMP, en un estado de<br />
pristinidad natural o para el uso exclusivo científico o de educación.<br />
En general, la zonificación de una AMP no difiere mayormente de<br />
las utilizadas en los ambientes terrestres y en muchos casos han<br />
resultado igualmente eficientes (Kelleher 1999). Una propuesta de<br />
zonificación deberá representar los intereses de las comunidades<br />
locales que habitan el área de interés, así como considerar el<br />
desarrollo de las mismas a futuro y en consecuencia toma en consideración<br />
las actividades económicas que se realizan. Producto<br />
de este análisis, la zonificación preliminar debe entregar un mapa<br />
de sobreposición de actividades y la posibilidad de establecer si<br />
éstas son compatibles o no con los objetivos de conservación<br />
propuestos, así como con otras actividades también desarrolladas<br />
o planteadas como opciones futuras. En la medida de lo<br />
posible, puede proponerse la reubicación de ciertas actividades<br />
o bien restringirlas, según sea el nivel de impacto y conflicto que<br />
generan. Dado que este es el punto más crítico, por las diferentes<br />
implicancias que puedan involucrar, es necesario que la ubicación<br />
de las diferentes zonas y sus restricciones sean comunicadas y<br />
consensuadas entre los diferentes actores de la zona. Por tanto,<br />
es fundamental realizar un trabajo que permita construir confianza<br />
entre los diferentes sectores con intereses en el área y para esto<br />
se requiere un seguimiento extenso, participación y relación sostenida<br />
a largo plazo.<br />
Habitualmente, el desarrollo de un plan de zonificación involucra al<br />
menos cinco diferentes etapas (Kelleher 1999):<br />
Obtención de información preliminar y preparación: En esta<br />
etapa se genera, obtiene y ordena la información necesaria para<br />
dar inicio a un proceso de zonificación de un área determinada a<br />
planificar. Se pueden identificar investigaciones específicas a desarrollar<br />
y que son consideradas como necesarias para dar continuidad<br />
al proceso. Los materiales y documentos generados son la<br />
base para la participación pública en el proceso;<br />
Participación y consulta pública (de manera previa a la preparación<br />
de un plan): Esta etapa busca el comentario de los actores<br />
locales respecto de lo adecuado de la información recabada, la<br />
corrección de antecedentes erróneos o incompletos, así como<br />
la recepción de sugerencias de contenidos para preparar una<br />
propuesta de zonificación. Esta etapa puede ser usada como una<br />
oportunidad para evaluar la receptividad de los actores locales a<br />
las potenciales medidas de ordenamiento;<br />
Preparación de un plan preliminar: Esta etapa incluye la generación<br />
de un plan preliminar, lo más simple posible, que contenga<br />
información explicando el plan al público o sus representantes. Los<br />
objetivos específicos debieran ser definidos para cada zona, ser<br />
consistentes con proveer la protección necesaria y evitar restricciones<br />
innecesarias a las actividades humanas;<br />
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