Untitled - Fundación César Manrique
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gafas-casco (“glasstron”) que darían la sensación “no ya de asistir a un espectáculo<br />
exterior”, en palabras de Paul Virilio, “sino la de estar dentro de la<br />
propia película” 5 . Gafas de cine, pues, como gafas de sol. Espectador y turista,<br />
desapercibidos, agazapados, protegidos, en sus viajes de ida y vuelta a través<br />
de la representación.<br />
Especialmente trascendente para este trabajo es la forma en que la<br />
narración cinematográfica influye en el espectador. El filme de ficción nos<br />
presenta una historia que se cuenta aparentemente sola y que posee una virtud<br />
esencial: ser como el mundo real, imprevisible y sorprendente.Así, el lenguaje<br />
cinematográfico ha evolucionado buscando atrapar al espectador<br />
mediante mecanismos de identificación/participación, simulando la realidad y<br />
en muchos casos suplantándola. Esta cualidad, fundamental para entender el<br />
cine como efectivísima bomba de racimo para la colonización cultural, tiene<br />
también anécdotas deliciosas. Por ejemplo, la que encontré en la única tienda<br />
de souvenirs del municipio más apartado del Archipiélago (La Frontera, isla<br />
de El Hierro) durante el rodaje del cortometraje La Raya (Andrés M. Koppel,<br />
1996). En el expositor de cintas de música me tropecé con una que mostraba<br />
en su carátula a Raquel Welch en una conocida foto publicitaria de Hace<br />
un millón de años [One Million Years B.C., Don Chaffey, 1966], rodada parcialmente<br />
en Tenerife y Lanzarote hacía entonces justamente 30 años.A los pies<br />
de una explosiva Welch enfundada en su bikini de piel de cabra delante de un<br />
paisaje volcánico isleño, se leía la siguiente inscripción en letras rojas de molde:<br />
“Folklore Canario (vol. 1)” [Fig. 11]. Sin siquiera pedir permiso, ni tener<br />
tampoco ninguna responsabilidad en el hechizo, el cine,“máquina de producir<br />
lo imaginario” 6 , había creado un nexo mágico de realidad —de verdad—<br />
entre la Welch y, por ejemplo,Valentina la de Sabinosa o, en fin, la Orquesta<br />
Bajip de La Gomera; es decir, entre una rutilante estrella de Hollywood en<br />
un papel científicamente imposible —el filme se desarrolla en un época<br />
prehistórica donde coexisten hombres y dinosaurios— y una relación de<br />
canciones folclóricas canarias que, como sabemos, tampoco tienen nada que<br />
ver con la cultura aborigen de las Islas a la que la imagen de la Welch pretende<br />
remitir…<br />
5 VIRILIO, Paul:“Télésurveillance globale” en Le Monde Diplomatique, París, agosto de 1999, nº 545, p. 4 [la traducción es de<br />
Chiqui Quintero].<br />
6 Según definición de Edgar Morin citada en VV.AA.: Estética del Cine, Barcelona, Paidós, 1983, p. 240.<br />
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