Untitled - Fundación César Manrique
Untitled - Fundación César Manrique
Untitled - Fundación César Manrique
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
aquél su incursión en la imaginería turística se limita a un único cartel [Fig.7].<br />
Al morir su padre y quedarse sin su ayuda económica, Domínguez, que estaba<br />
afincado en París, se vio obligado a regresar a su Tenerife natal y dedicarse al<br />
dibujo publicitario. En 1933 el Cabildo tinerfeño convocó a propuesta de<br />
Pedro García Cabrera, consejero de la institución y destacado poeta vanguardista,<br />
un concurso de carteles para la propaganda de la Isla. El jurado lo formaron,<br />
entre otros, el arquitecto tipista José Enrique Marrero Regalado, los<br />
pintores Ángel Romero Mateos y Francisco Bonnín Guerín, el director de la<br />
revista vanguardista Gaceta de Arte, Eduardo Westerdahl, y el propio García<br />
Cabrera, que también integraba el equipo de esta publicación. Óscar<br />
Domínguez resultó ganador pero su cartel finalmente no se reprodujo porque<br />
las autoridades consideraron que no tenía “un marcado carácter tinerfeño” 16 .<br />
El signo estético de Domínguez es opuesto al de Néstor.A diferencia del<br />
cartel de Tenerife de éste último no hay en el suyo referencias a las Islas<br />
Afortunadas ni a ningún otro mito.Además, frente a las imágenes tipistas aquí<br />
el paisaje insular no está exotizado. Éste se reduce apenas a una palmera sintetizada<br />
y a un sismógrafo que alude al carácter volcánico de la Isla. En este<br />
sentido la línea estética del cartel de Domínguez empata más con la de un<br />
artista constructivista como el húngaro László Moholy-Nagy, que en uno de<br />
sus textos dice:“La forma, el tamaño, el color y la disposición del material tipográfico<br />
(letras y signos) tienen un fuerte impacto visual. La organización de<br />
estos posibles efectos visuales confiere también una validez visual al contenido<br />
del mensaje.” 17<br />
En lo único en que coincide este cartel con la publicidad tipista es en la<br />
alusión al clima a través del lema “Tenerife, el mejor clima del mundo”. Esta<br />
consigna, al igual que pasara con la de Fray Lesco, continuaría empleándose en<br />
años posteriores aunque con variaciones. Así, el Ayuntamiento de Las Palmas<br />
de Gran Canaria ha publicitado en varias ocasiones la ciudad con el eslogan<br />
“Las Palmas de Gran Canaria, el mejor clima del mundo” y la Sociedad de<br />
Promoción Exterior de Tenerife usa en su oferta de Congresos “Tenerife, el<br />
mejor clima de trabajo”.<br />
16 CASTRO MORALES, Federico y DARIAS PRÍNCIPE,Alberto: El Cabildo insular de Tenerife y la actividad artística 1913-1964, primera etapa, La<br />
Laguna, Universidad de La Laguna, 1998, p. 46.<br />
17 Citado en BARNICOAT, J.: Los carteles. Su historia y lenguaje, Barcelona, Gustavo Gili, 1972, p. 90.<br />
80