Soporte_Pediatrico_para_el_paciente_Oncologico_Febrero_2013
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HABILIDADES PARA LA COMUNICACIÓN<br />
• La mayoría de las familias encuentran muy difícil hablar acerca de la enfermedad y de la muerte. En algunas<br />
oportunidades, los padres emplean la simulación <strong>para</strong> aparentar que no están preocupados, con <strong>el</strong><br />
único objetivo de no alarmar a sus niños; y estos también lo hacen porque no quieren, d<strong>el</strong> mismo modo,<br />
inquietar a sus padres. En estos casos, podemos confrontar abiertamente a los padres, sugiriéndoles<br />
que sus niños pueden estar utilizando dicha conducta. La mayoría de las veces, aceptan esta opinión<br />
d<strong>el</strong> profesional y, cuando alcanzan a comprender lo que está sucediendo a su hijo, pueden ofrecerle un<br />
espacio <strong>para</strong> expresar sus sentimientos. El tiempo que necesitan <strong>para</strong> eso es variable y, a veces, no es<br />
coincidente entre padres e hijos.<br />
• Otra propuesta es ofrecer al niño oportunidades <strong>para</strong> comunicarse de forma indirecta. En estos casos,<br />
los docentes y psicólogos pueden tener un rol particular en la intervención con otras modalidades. Sin<br />
duda, <strong>para</strong> que este tipo de comunicación sea posible, dichos profesionales deberán conocer <strong>el</strong> desarrollo<br />
evolutivo normal de niños y adolescentes y tendrán que poder integrar los aspectos cognitivoemocionales<br />
y sociales en <strong>el</strong> abordaje terapéutico. Todo niño se expresa a través d<strong>el</strong> juego y <strong>el</strong> lenguaje<br />
simbólico. La enfermedad, sus síntomas y los sentimientos pueden ser representados en dibujos, juegos<br />
y role-playing.<br />
• Los pequeños en edad escolar están ansiosos por saber, quieren respuestas a la cantidad de preguntas<br />
que surgen en sus mentes, sean estas explícitas o no. Incentivar su curiosidad y darles información sobre<br />
la enfermedad, operaciones y procedimientos médicos —cuando así lo desean— los ayudará a disminuir<br />
la ansiedad, y al mismo tiempo, a enriquecer sus vidas a través de estas experiencias.<br />
• Para los niños, es fácil incorporar términos médicos; están siempre atentos y pueden reproducir con gran<br />
precisión los procedimientos médicos o de enfermería por los que deben atravesar. Tienen <strong>el</strong> don de<br />
transformar aqu<strong>el</strong>lo que tendrán que padecer pasivamente, en un juego activo. Este proceso psicológico<br />
es muy valioso y produce efectos catárticos.<br />
• Por las características de los tratamientos en oncología pediátrica y la agresividad de algunos de <strong>el</strong>los,<br />
la integridad emocional d<strong>el</strong> <strong>paciente</strong> se ve permanentemente amenazada. La utilización de muñecos<br />
que personifican animales, que a su vez tengan una textura suave y blanda, favorecerá la toma de<br />
distancia de la realidad y <strong>el</strong> desarrollo d<strong>el</strong> juego simbólico que establece un puente de comunicación<br />
entre <strong>el</strong> psicoterapeuta y <strong>el</strong> niño, que actúa lo que no puede decir en palabras. 7<br />
• Aqu<strong>el</strong>las familias que utilizan la negación y <strong>el</strong> ocultamiento son las que presentan mayores problemas.<br />
En esos casos, siempre es bueno recordar los estadios descriptos por Khübler Ross 8 , en los que la esperanza<br />
está siempre presente. Aun cuando las razones de la negación sean entendibles, esta actitud<br />
es muy difícil y estresante <strong>para</strong> los profesionales.<br />
Comunicación con los hermanos d<strong>el</strong> niño enfermo<br />
Los hermanos son, muchas veces, ignorados y lastimados por los adultos. Es tan importante hablar con<br />
<strong>el</strong>los, como con <strong>el</strong> niño enfermo. Se sienten confundidos y asustados por la pena de sus padres y por su<br />
propia incapacidad <strong>para</strong> consolarlos.<br />
También, pueden estar enojados con <strong>el</strong>los por haber dejado que esto sucediera a su hermano o hermana,<br />
o estar preocupados por sus fantasías con respecto a la muerte y a su propia salud, que los lleva<br />
a referir diversos síntomas físicos (cefaleas, dolor abdominal, mareos, etc.), o a presentar problemas en<br />
<strong>el</strong> rendimiento escolar, depresión, angustia y c<strong>el</strong>os d<strong>el</strong> tiempo que los padres pasan con <strong>el</strong> enfermo. Son<br />
necesidades reales que necesitan ser tenidas en cuenta y ser aliviadas. 9 No debe llamar la atención que,<br />
ante estos síntomas, los niños pidan ser controlados por su pediatra de cabecera.<br />
Aparece la fantasía d<strong>el</strong> contagio de la enfermedad y <strong>el</strong> sentimiento de culpa por la situación de su hermano;<br />
es por eso que es importante favorecer la participación de los hermanos en <strong>el</strong> cuidado d<strong>el</strong> enfermo.<br />
Sentirse útiles e involucrados en todo <strong>el</strong> proceso, actuará en forma preventiva respecto a su salud física y<br />
mental. 10<br />
Hablar con un niño con cáncer incurable, cuando la muerte se aproxima<br />
Cuando <strong>el</strong> tiempo de morir está próximo, nuestro objetivo es acompañar todo <strong>el</strong> proceso <strong>para</strong> disminuir<br />
al mínimo posible la ansiedad y <strong>el</strong> miedo y facilitar la comunicación de la familia, entre sí, y con <strong>el</strong> equipo<br />
tratante. 11<br />
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