Soporte_Pediatrico_para_el_paciente_Oncologico_Febrero_2013
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SEGUIMIENTO POSTRATAMIENTO<br />
INTRODUCCIÓN<br />
Anualmente se incorporan al Registro Oncopediátrico Hospitalario Argentino (ROHA) 1 aproximadamente 1200<br />
nuevos casos de cáncer pediátrico. La tasa global estimada de curación en Argentina es de alrededor de un<br />
60%. La consecuencia directa es un creciente número de niños sobrevivientes de enfermedades oncológicas.<br />
Estos <strong>paciente</strong>s enfrentan un riesgo aumentado de morbi-mortalidad y una disminución de su calidad de<br />
vida, 2,3,4 asociada al tratamiento oncológico recibido. El pediatra, por lo tanto, debe conocer las posibles<br />
complicaciones a largo plazo <strong>para</strong> poder ofrecer a esta población un adecuado cuidado de la salud. La<br />
atención clínica debe estar orientada a prevenir y detectar precozmente disfunciones orgánicas, alteraciones<br />
d<strong>el</strong> crecimiento y desarrollo, déficits cognitivos, alteraciones d<strong>el</strong> área psicosocial y la aparición de una<br />
segunda enfermedad maligna. 2,5<br />
El costo de la curación incluye un amplio espectro de secu<strong>el</strong>as y efectos adversos tardíos, algunos de<br />
los cuales pueden poner en riesgo la vida. Además, como es natural, los años potenciales de vida desde<br />
la curación son mayores en pediatría, lo que aumenta <strong>el</strong> riesgo de aparición de efectos adversos. Por eso,<br />
una vez finalizado <strong>el</strong> tratamiento, <strong>el</strong> seguimiento oncológico debe continuar durante un período libre de<br />
enfermedad de 5 años, a partir d<strong>el</strong> diagnóstico. Posteriormente, y de por vida, es necesario <strong>el</strong> seguimiento<br />
pediátrico o clínico (según corresponda por edad) <strong>para</strong> monitorizar los efectos adversos tardíos.<br />
La mayoría de los <strong>paciente</strong>s finaliza <strong>el</strong> tratamiento sin secu<strong>el</strong>as evidentes. La presencia o no de secu<strong>el</strong>as<br />
en ese momento depende de la enfermedad, de su localización, d<strong>el</strong> tipo de tratamiento recibido y de las<br />
eventuales intercurrencias sufridas durante <strong>el</strong> mismo.<br />
Aunque no todos los sobrevivientes presentan <strong>el</strong> mismo riesgo de padecer complicaciones a largo plazo,<br />
ya que <strong>el</strong> cáncer infantil incluye un amplio abanico de enfermedades que se diferencian en su pronóstico<br />
y tratamiento, los <strong>paciente</strong>s con secu<strong>el</strong>as requieren un seguimiento interdisciplinario coordinado por su<br />
pediatra de cabecera.<br />
FACTORES DE RIESGO 6<br />
Se r<strong>el</strong>acionan (Tabla 1) con:<br />
• El huésped<br />
• El tumor<br />
• El tratamiento<br />
Factores de riesgo r<strong>el</strong>acionados con <strong>el</strong> huésped<br />
En general la edad en <strong>el</strong> debut de la enfermedad es inversamente proporcional al riesgo de aparición de<br />
toxicidad tardía con algunas excepciones, como ser, la osteonecrosis secundaria a corticoterapia que es<br />
más frecuente en los <strong>paciente</strong>s tratados en la adolescencia. 2<br />
En cuanto al sexo, los varones son, por ejemplo, más sensibles al efecto de los alquilantes sobre la función<br />
gonadal que las niñas. 7 Existen además, factores genéticos que aumentan la probabilidad de toxicidad<br />
por determinados tratamientos, así, los síndromes de cáncer hereditario (retinoblastoma, neurofibromatosis<br />
tipo I, síndrome de Li-Fraumeni y síndrome de carcinoma basoc<strong>el</strong>ular nevoide de Gorlin) presentan alto<br />
riesgo de segunda y tercera enfermedad maligna asociada a radioterapia.<br />
Factores de riesgo que se r<strong>el</strong>acionan con <strong>el</strong> tumor<br />
Un ejemplo claro lo constituyen los tumores d<strong>el</strong> sistema nervioso central (SNC), que, por su localización y<br />
los abordajes terapéuticos que requieren, tienen alto riesgo de daño neurocognitivo futuro.<br />
Factores de riesgo que se r<strong>el</strong>acionan con <strong>el</strong> tratamiento<br />
El tratamiento recibido por un <strong>paciente</strong> es <strong>el</strong> punto de partida <strong>para</strong> poder definir qué tipo de monitoreo de<br />
toxicidad se debe efectuar y con qué frecuencia. Es muy importante que <strong>el</strong> oncólogo, al finalizar <strong>el</strong> tratamiento,<br />
le entregue a la familia un resumen en <strong>el</strong> que consten en forma detallada todas las modalidades<br />
terapéuticas que se aplicaron y las complicaciones de r<strong>el</strong>evancia clínica que se presentaron durante <strong>el</strong><br />
tratamiento.<br />
Los efectos adversos de la radioterapia dependen de la dosis administrada, de la localización y de la<br />
modalidad de administración<br />
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