Práctica vinícola o sea Procedimientos ciertos y seguros para la ...

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y dándole la forma de ladrillos, se destina para la combustión
en la rectificación del aguardiente.
Ceniza de orujo.—Después ele haberse utilizado el orujo
para combustible, se aprovecha su ceniza caliente para quitar
al vino su acidez, y para cortar la fermentación y decolorar
el mosto.
Abono de orujo.—Es el orujo uno de los abonos que más
ventajosamente se pueden emplear para la vid, poniendo
una porción de él en una escava algo profunda que se haga
al pie de aquella.
Y.
Segundo trasiego, ó sea traslación del vino
á la cueva.
Separado todo el vino de la madre, y ya en reposo por espacio
de algunos días, durante los cuales se ha completado su
clarificación, procede entonces su venta, ó su conservación
para expenderlo en época más lejana.
Pero si el que contenga alguna de las vasijas no presentare
la limpidez que se apetece, debe afinarse artificialmente
su color antes del segundo trasiego por medio del aclaro.
Conseguido por este medio, ó por el reposo, la más completa
limpieza del vino, se hace indispensable separarle nuevamente
de las impurezas y sustancias que ha depositado en el
fondo, porque pudieran alterarse y tornarle turbio ó colorado;
produciendo en él nuevas y dañosas fermentaciones.
Este trasiego tiene además el objeto de poner el vino en
los vasos en que definitivamente ha de permanecer hasta su
venta. Dichos vasos pueden ser de madera, llamados pipas ó
toneles, ó tinajas colocadas en un lugar subterráneo, fresco
y obscuro, denominado cueva. Este último medio de conservación
es el generalmente seguido por los cosecheros de
Castilla, y en concepto nuestro el más útil y conveniente,
siempre que los vinos se hayan de expender durante el pri-