Práctica vinícola o sea Procedimientos ciertos y seguros para la ...

para su mayor lucro han buscado caldos de bajo precio sin tener en cuenta
su calidad, confiados en sus drogas para mejorarlos aparentemente. De
aquí también la necesidad de una nueva intervención por parte del Estado
para dictar las medidas oportunas, á fin de atajar tamaños abusos y reprimí]-
y castigar con mano fuerte á los infractores.
Y es tal la importancia que se reconoce á esta valiosa producción. que
las corporaciones de agricultura, en la previsión del estancamiento de sus
productos pudiera ser causa de su decadencia próxima, tratan de contribuir
á remediarlo, estudiando los medios de mejorar la producción de
vinos españoles y aumentar la exportación , convocando congresos vinícolas,
y abriendo certámenes ó exposiciones nacionales ó regionales que
estimulen á los vinicultores para el perfeccionamiento de sus productos;
excitando á los Gobiernos para el arreglo de tratados de comercio é influyendo
á la vez para que las compañías de los caminos de hierro rebajen
las elevadas tarifas de transporte.
Aquí nos vamos á permitir llamar la atención de dichas corporaciones,
que tan beneficiosa influencia ejercen cerca délos Gobiernos sobre algunas
trabas que impiden el mayor desenvolvimiento de la riqueza vinícola dentro
del país, y cuya remoción se hace necesaria. Nos referimos al impuesto
indirecto de consumos, remora permanente para el libre comercio interior
de nuestros vinos, y causa primordial de la ruina del comercio de
buena fó. Loable es ciertamente que tanto los Gobiernos como las corporaciones
de agricultura se ocupen con solícito afán de mejorar la producción
de la vid, perfeccionar sus caldos, y aumentar la exportación buscando
nuevos mercados extranjeros; pero también creemos de importancia
suma la conveniencia de abrir los del interior, que con fundamento puede
decirse se hallan cerrados, por las desproporcionadas y exageradas tarifas
del impusto de consumos, que ahogan la industria vinícola en su origen.
Para convencerse de esta verdad, basta considerar que un hectolitro de
vino vale por término medio en el punto de su producción 18 pesetas, y el
mismo hectolitro ha venido pagando por derechos de consumos, con el recargo
autorizado del 100 por 100 para arbitrio municipal á su entrada en
Madrid, 24 pesetas, lo que prueba que tan excesivo gravamen dificulta la
vida de esta industria. De aquí nacen entre otros punibles abusos la inmoralidad
del contrabando, al que alienta y dá vida la ganancia que resulta de
la introducción fraudulenta, y las adulteraciones de esta bebida por la facilidad
con que presta al fraude, adicionándola agua y otras sustancia;), la
mayor parte nocivas á la salud; las unas para darla fuerza real ó aparente,
y las otras para prestarla un color artificial. Puede asimismo afirmarse que
el vino que se expende al por menor en todos los puntos, y más principalmente
en las capitales, ha aumentado artificialmente una tercera parte de
la que salió de la bodega del cosechero; la cual unida á la cantidad que se