Práctica vinícola o sea Procedimientos ciertos y seguros para la ...

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VIL
Clarificación de los vinos.
La clarificación de los vinos, tiene por objeto devolverles
su natural transparencia, depurándolos de las materias que
los enturbian, lo que se obtiene naturalmente por medio del
reposo y de repetidos trasiegos. Pero sucede muchas veces
que no obstante haberse hecho estos con el mayor esmero, el
vino se torna turbio ó colorado, debido á causas distintas,
que pudieran alterar sus demás cualidades. En este caso conviene
separar de él todas las impurezas y sustancias que
lleva en suspensión, dejándole con sus principios naturales
y buenas propiedades, lo que se consigue artificialmente por
medio del aclaro ó de la filtración.
ACLAROS.
Diversas son las sustancias clarificadoras que se conocen,
contándose entre ellas como más principales, la albúmina ó
clara de huevo, la tierra arcillosa, la cola de pescado, la sangre,
la claricina y polvos de Jullien, la leche, la gelatina y la
arena fina ó silice.
Albúmina ó clara de huevo.—Colocamos esta sustancia á la
cabeza de todas, porque es la que merece nuestra preferencia
por su manera más pronta y rápida de obrar, por reducir á
menor volumen las heces, posos ó desperdicios del vino, y por
su baratura, pues bastan tres docenas de huevos para cada 15
hectolitros, cuyo coste es de 2'50 á 3 pesetas, y restando de
él el valor de las yemas, que se aplican por nuestras mujeres
para la cocina, queda reducido el gasto para dicha cantidad
de vino, á menos de 1'50 pesetas. Que esta es la sustancia
clarificadora que ofrece mayores ventajas, nos lo dice el
adagio