Introducción de la lección - USA / Canada Region

Cómo Guiar al Pueblo de Dios: Un Liderazgo de Servicio para una Comunidad de Servicio______________________________________________________________________________________Convicción 3: El liderazgo a la semejanzade Cristo está fundamentado en UNAOBSESIÓN POR LA COMUNIDAD.Jesús nos desafía en Lucas 6:40, “El discípulo no essuperior a su maestro; pero todo el que seaperfeccionado, será como su maestro”. El ministeriosiempre es encarnado y personificado. ¡El ministeriodebe ser vivido!¿Qué de nosotros quisiéramos que nuestra comunidadreciba? Queremos que nuestra gente capte de nosotrosun espíritu de siervo, comprometido a motivar,equipar, capacitar también a otros a servir en elnombre de Jesús.Somos confrontados con la necesidad de comunicar unestilo de vida dentro de la comunidad que de corazónes distintivamente cristiana y auto sacrificada. ¿Pero,cómo comunicamos un estilo de vida? ¿Cómo enseñausted compromisos, prioridades, valores, y disciplinasespirituales? ¿Cómo enseña usted un estilo de vida?Mayer, Pastoral Care.Cualquier cosa que sea, demanda tomar en serio elprincipio de la imitación. Herbert Mayer, en su libroCuidad Pastoral, sus raíces y renovación, nos recuerdaque este principio fue clave en el liderazgo cristianopor 18 siglos. Debemos captar otra vez este principio sitomamos en serio el mandato bíblico de ser un ejemploa los creyentes. Pablo humildemente da instruccionesde ser imitadores a los cristianos que están bajo sucuidado. Debemos hacer lo mismo para aquellos aquienes somos responsables.El amplio principio de la imitación debe poseernos si esque vamos a transferir efectivamente nuestra visión,pasión, y obsesión dentro de la comunidad cristiana.Este principio es desarrollado y hecho específico enEfesios 4:25-32. El pasaje delinea un estilo de vida deliderazgo de servicio dentro de la comunidad cristiana.En el cuarto capítulo de Efesios principia con el desafíode andar como es digno de nuestro llamado comocristianos. Las características de una persona “andandodignamente” sigue el desafío. Somos instruidos a seramables, humildes, pacientes, y de apoyo uno paracon el otro. Al vivir así, “mantendremos la unidad delEspíritu en el vínculo de la paz” (v. 3).Pero, como líderes cristianos, debemos expresargentileza, humildad, paciencia, y apoyo al ejercitar elprincipio clave de liderazgo que se encuentra en_____________________________________________________________________________________16-8 ©2003, Nazarene Publishing House