Maldonado JC. ECC-UAM-ColegiosAPÉNDICE Nº 9Conocimientos, actitu<strong>de</strong>s y prácticasEn las distintas secciones anteriores se han planteado varios aspectos relacionados con el usoina<strong>de</strong>cuado <strong>de</strong> los medicamentos y reiteradamente se ha mencionado el papel que en esto pue<strong>de</strong> jugar lainfluencia publicitaria. Vale la pena ahora preguntar: ¿por qué esta publicidad pue<strong>de</strong> modificar loshábitos <strong>de</strong> prescripción y consumo?La respuesta posiblemente se encuentra en el eje lógico <strong>de</strong> los “conocimientos, actitu<strong>de</strong>s y prácticas”.Tanto los conocimientos, las actitu<strong>de</strong>s y las prácticas son productos sociales y <strong>de</strong>ben ser abordados enel contexto <strong>de</strong> los distintos procesos sociales. Las relaciones que tienen entre sí y las implicaciones queconllevan en el <strong>de</strong>senvolvimiento <strong>de</strong> las personas, explican muchos <strong>de</strong> los comportamientos <strong>de</strong> <strong>una</strong>sociedad [1] . De ahí la necesidad e importancia <strong>de</strong> estudiar tanto los conocimientos como las conductas<strong>de</strong> la población.El conocimiento es <strong>una</strong> representación que correspon<strong>de</strong> <strong>de</strong> manera a<strong>de</strong>cuada a <strong>una</strong> parte o a un aspecto<strong>de</strong> la realidad y es adquirido por aprendizaje o por <strong>de</strong>scubrimiento. Depen<strong>de</strong> básicamente <strong>de</strong> lasensopercepción (conocimiento <strong>de</strong> los objetos) y <strong>de</strong> la capacidad <strong>de</strong> abstracción (conocimiento acerca<strong>de</strong> los objetos), a partir <strong>de</strong> los cuales se van formando huellas mentales que permiten el reconocimiento<strong>de</strong> las cosas y la consolidación <strong>de</strong> lo aprendido. Este aprendizaje constituye a su vez un cambiorelativamente permanente <strong>de</strong>l comportamiento que ocurre como efecto o como resultado <strong>de</strong> la práctica;en este sentido, se pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cir que existe aprendizaje cuando también hay un cambio <strong>de</strong> la actitud y<strong>una</strong> aplicación <strong>de</strong> lo aprendido.Llevando lo anterior al campo <strong>de</strong>l medicamento (un bien <strong>de</strong> uso social), los conocimientos que se pue<strong>de</strong>nincluir compren<strong>de</strong>n aquellos relacionados con los procesos <strong>de</strong> salud-enfermedad, sus posibles etiologíasy la gravedad, la prevención y el tratamiento <strong>de</strong> las patologías; <strong>sobre</strong> las bonda<strong>de</strong>s y peligros <strong>de</strong> losmedicamentos, los beneficios, riesgos y límites <strong>de</strong> la automedicación; así como los costos e implicacionessociales <strong>de</strong> su uso.Las actitu<strong>de</strong>s son predisposiciones hacia los objetos, situaciones o conductas; son el grado en que <strong>una</strong>persona alberga sentimientos positivos o negativos, favorables o no, hacia los mismos; son evaluacionesque predisponen a las personas a reaccionar en <strong>una</strong> forma <strong>de</strong>terminada, por lo que tienen un objeto,dirección, intensidad y grado, poseen <strong>una</strong> estructura y se apren<strong>de</strong>n.Por lo tanto, las actitu<strong>de</strong>s constituyen posturas <strong>de</strong>terminadas e intrínsecas a los individuos, que seejercen basándose en concepciones o reglas y son ten<strong>de</strong>ncias persistentes en el comportamiento <strong>de</strong> laspersonas que obe<strong>de</strong>cen a ciertos principios normativos. No han <strong>de</strong> confundirse con los valores, loscuales nacen <strong>de</strong> la cultura, trascien<strong>de</strong>n los objetos y situaciones específicas, funcionando comocriterios que indican como obrar, que <strong>de</strong>sear y que actitu<strong>de</strong>s mantener.Debería entonces analizarse las actitu<strong>de</strong>s que tienen las personas frente a los procesos <strong>de</strong> salu<strong>de</strong>nfermedad,cómo reaccionan en <strong>de</strong>terminada situación, la forma en que perciben a los medicamentos ysu postura cuando requieren tomarlos.La práctica es el obrar, las acciones en la vida cotidiana, la aplicación <strong>de</strong> la teoría. Las prácticastambién son <strong>una</strong> fuente <strong>de</strong>l conocimiento (el empírico). El tipo <strong>de</strong> prácticas que realiza <strong>una</strong> persona estácondicionado por la predisposición o postura que adopta ante <strong>de</strong>terminada situación, así como por elconocimiento que posee al respecto.En concreto para nuestro tema, estas prácticas significarían las acciones sanitarias, los actosterapéuticos (en el caso <strong>de</strong> los médicos), el acudir en busca <strong>de</strong> atención profesional (en el caso <strong>de</strong> laspersonas), el cumplimiento <strong>de</strong> las indicaciones médicas, el realizar un autocuidado <strong>de</strong> la saludInforme final. Versión (3). Septiembre 2004. 92
Maldonado JC. ECC-UAM-Colegios(incluyendo la automedicación) y lógicamente el consumo <strong>de</strong> medicamentos (la adherencia al tratamientoy, nuevamente, la automedicación).Por todo lo anterior, <strong>de</strong>terminar qué es lo que saben las personas, qué <strong>de</strong>sean saber, qué necesitansaber, qué aspectos distorsionan y como ocurre esto, qué uso dan <strong>de</strong> esos conocimientos en su vidacotidiana y finalmente cómo y cuáles son sus posturas y acciones ante situaciones concretas, permitecompren<strong>de</strong>r <strong>de</strong> mejor manera el comportamiento <strong>de</strong> un grupo humano e incluso las razones para el éxitoo fracaso <strong>de</strong> los programas sociales. Algunos estudios que han consi<strong>de</strong>rado uno o todos los componentes<strong>de</strong>l eje lógico “conocimientos-actitu<strong>de</strong>s-prácticas”, pue<strong>de</strong>n servir <strong>de</strong> ejemplo para apreciar <strong>de</strong> mejorforma los puntos comentados hasta el momento en esta sección <strong>de</strong>l manuscrito.• Un trabajo <strong>de</strong> diseño transversal ejecutado en Brasil tuvo como objetivo <strong>de</strong>terminar elconocimiento que tenían los profesores <strong>de</strong> colegios respecto a la transmisión y prevención <strong>de</strong> lahepatitis viral (no-A) [2] . Un total <strong>de</strong> 360 sujetos fueron estudiados mediante un cuestionarioestructurado para calificar respuestas correctas o incorrectas. Para los distintos ítems losporcentajes <strong>de</strong> acierto variaron entre un 0% y un 80%, por lo que los hallazgos sugirieron lanecesidad <strong>de</strong> mejorar el conocimiento respecto a la prevención <strong>de</strong> la enfermedad, especialmente enlos tópicos relacionados con la transmisión por vía sexual y por el uso <strong>de</strong> drogas intravenosas.• En otro estudio [3] , un total <strong>de</strong> 10301 estudiantes <strong>de</strong> 119 establecimientos educativos fueronencuestados para <strong>de</strong>terminar si el tipo <strong>de</strong> comportamiento sexual que tenían podía influir en elconsumo <strong>de</strong> sustancias adictivas. Los hallazgos mostraron que las mujeres con un perfil bisexual ensus relaciones tenían mayores probabilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> fumar, ingerir licor y consumir marihuana,mientras que las mujeres que sólo tenían parejas <strong>de</strong> su mismo sexo no mostraban un riesgoincrementado para estas conductas; entre los hombres, aquellos que tenían parejas <strong>de</strong> ambos sexoseran menos bebedores que los heterosexuales puros.• Con el fin <strong>de</strong> conocer los factores <strong>de</strong>l entorno social que se relacionan con el consumo <strong>de</strong> drogas enlos adolescentes y <strong>de</strong> esta forma po<strong>de</strong>r sugerir el tipo <strong>de</strong> intervenciones preventivas, da Silva ycolaboradores [4] entrevistaron a los tutores <strong>de</strong> 86 adolescentes ingresados a centros <strong>de</strong> <strong>de</strong>tenciónprovisional. Sus resultados indicaron que la violencia doméstica y los antece<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong> alcoholismo odrogadicción en los propios padres se asociaban con el consumo <strong>de</strong> drogas (principalmente cannabis)en los chicos, mientras que el vivir con ambos padres retardaba la edad <strong>de</strong> inicio en el consumo. Larecomendación <strong>de</strong>rivada sugería que los programas sociales <strong>de</strong>bían incluir también la educación a lospadres.• Un trabajo muy interesante fue el conducido por Sigelman y colaboradores [5] . Estos autores, bajola hipótesis <strong>de</strong> que los conocimientos <strong>sobre</strong> ciertas funciones biológicas relevantes podrían permitirque los estudiantes <strong>de</strong> escuelas estuvieran en <strong>una</strong> mejor posición para compren<strong>de</strong>r los efectosdañinos <strong>de</strong>l alcohol y la cocaína, realizaron un estudio con 337 alumnos que cursaban entre el tercery sexto grado. El diseño consistió en <strong>una</strong> medición basal, <strong>una</strong> capacitación y <strong>una</strong> medición posteriora la misma. El análisis <strong>de</strong> los datos mostró que el conocimiento <strong>sobre</strong> las funciones básicas <strong>de</strong>lcorazón, la sangre y el cerebro pre<strong>de</strong>cían alg<strong>una</strong>s variables relativas al conocimiento <strong>sobre</strong> lassustancias adictivas. Aquellos estudiantes con mayores conocimientos <strong>de</strong> los aspectos biológicostambién aprendieron más en la instrucción <strong>sobre</strong> los efectos negativos <strong>de</strong>l alcohol y la cocaína.• Uno <strong>de</strong> los campos en el cual reviste mayor interés el estudio <strong>de</strong> los conocimientos, actitu<strong>de</strong>s yprácticas correspon<strong>de</strong> al <strong>de</strong> las enfermeda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> transmisión sexual, por la relevancia social <strong>de</strong>ltema. En Nicaragua, por ejemplo, un total <strong>de</strong> 155 varones y 296 mujeres (<strong>de</strong> los cuales el 90% <strong>de</strong>los varones y el 50% <strong>de</strong> las mujeres eran sexualmente activos), todos estudiantes <strong>de</strong>l último año <strong>de</strong>colegios secundarios, fueron estudiados mediante encuesta anónima [6] . Aunque el 86% sabía que elSIDA se transmitía sexualmente, apenas el 41% utilizaban el preservativo como medida preventivaen sus relaciones y sólo el 23% consi<strong>de</strong>raban que podían correr un riesgo <strong>de</strong> contraer laenfermedad. Entre los alumnos sexualmente activos, el 38% <strong>de</strong> los varones y el 7% <strong>de</strong> las mujeres<strong>de</strong>clararon que su comportamiento sexual se había modificado a causa <strong>de</strong>l conocimiento <strong>sobre</strong> elInforme final. Versión (3). Septiembre 2004. 93