21.02.2019 Views

te odiare hasta que te quiera

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

punto de decir algo, pero se lo piensa y sigue con la redacción. Desvío la<br />

mirada hacia el móvil, <strong>que</strong> descansa en el fondo de mi mochila, y no<br />

puedo evitar sentirme un poco culpable. Necesitaba distanciarme de Cole y<br />

Jay, así <strong>que</strong> lo más lógico era apagarlo, pero no se me ocurrió pensar <strong>que</strong><br />

mis amigas in<strong>te</strong>ntarían contactar conmigo. Al fin y al cabo, las dejé tiradas<br />

en casa de un desconocido, sin forma de volver a casa, y luego ignoré sus<br />

llamadas y sus mensajes.<br />

—Hablando del fin de semana, Cole dice <strong>que</strong> necesitas tiempo, <strong>que</strong> no <strong>te</strong><br />

presionemos para <strong>que</strong> nos lo cuen<strong>te</strong>s, pero en serio, Tessa, nos pusimos<br />

histéricas cuando no <strong>te</strong> encontramos. Luego Jay empezó a comportarse de<br />

una forma muy extraña, se ve <strong>que</strong> le dio un puñetazo a una pared o algo<br />

así, y Nicole estaba especialmen<strong>te</strong> desagradable. ¿Tiene algo <strong>que</strong> ver con<br />

tu desaparición?<br />

Giro la cara para evitar el contacto visual por<strong>que</strong> sé <strong>que</strong> estoy<br />

parpadeando, y eso es señal de <strong>que</strong> estoy a punto de decir una mentira. Me<br />

gustaría explicarles lo de Hank, de verdad <strong>que</strong> sí, pero cada vez <strong>que</strong><br />

in<strong>te</strong>nto <strong>que</strong> las palabras salgan de mi boca se me contrae la garganta y me<br />

tiemblan las rodillas. Veo sus manos encima de mí y sus ojos llenos de<br />

lujuria, y lo único <strong>que</strong> quiero es encerrar esos recuerdos en la zona más<br />

profunda de mi cerebro.<br />

—No, claro <strong>que</strong> no —respondo con mi tono de voz más agudo y<br />

estriden<strong>te</strong>—. Le pedí a Cole <strong>que</strong> me llevara a casa por<strong>que</strong> no me<br />

encontraba muy bien. Creo <strong>que</strong> alguien me echó alcohol en la bebida.<br />

Beth me mira en silencio como si estuviera a punto de decir algo, pero<br />

se lo piensa mejor.<br />

—Sí, después de <strong>que</strong> os marcharais nos mandó un mensaje diciendo <strong>que</strong><br />

un amigo suyo nos llevaría a casa. In<strong>te</strong>nté preguntarle qué <strong>te</strong> había pasado,<br />

pero parecía un poco cabreado.<br />

—Nos peleamos —murmuro mientras dibujo garabatos en la libreta.<br />

Recuerdo el trayecto de regreso desde el infierno y lo enfadado <strong>que</strong><br />

estaba Cole. In<strong>te</strong>nto comprender su rabia, <strong>que</strong> nadie le había pedido, pero<br />

me desconcierta pensar <strong>que</strong> actuó como lo hizo solo por mí. ¿Desde<br />

cuándo le importo tanto? Normalmen<strong>te</strong> es él quien me hace llorar a mí, y<br />

la idea de <strong>que</strong> se pueda cabrear tanto al verme sufrir me resulta bastan<strong>te</strong><br />

absurda.<br />

—Qué sorpresa —se burla Beth—. Pero cuidó de ti, ¿verdad? Ayer<br />

hablé con él y me dijo <strong>que</strong> estabas mucho mejor.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!