21.02.2019 Views

te odiare hasta que te quiera

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Cuando bajo, no hay nadie. Aún es muy pronto y no puedo evitar<br />

preguntarme dónde está Cole. Acampado en la puerta de mi habitación no,<br />

eso seguro. ¿Qué debe de pensar Erica de mí? Seguro <strong>que</strong> cree <strong>que</strong> soy la<br />

típica novia psicópata y <strong>que</strong> no me merezco a Cole. Quizá <strong>te</strong>nga razón,<br />

pero hoy no pienso sentirme culpable. Se ha pasado de la raya y tiene <strong>que</strong><br />

saber <strong>que</strong> no pienso aceptar esa clase de comportamiento nunca más.<br />

Salgo de la casa sin <strong>que</strong> nadie me oiga y deshago el camino por el <strong>que</strong><br />

vinimos ayer. Recuerdo la cafe<strong>te</strong>ría <strong>que</strong> vimos al llegar y no me de<strong>te</strong>ngo<br />

<strong>hasta</strong> <strong>que</strong> veo las luces de neón. Le mando un mensaje a mi salvador y me<br />

responde <strong>que</strong> estará allí en media hora. Ya han pasado varias horas desde<br />

la discusión. Creo <strong>que</strong> Cole se marchó al poco rato por<strong>que</strong> después de eso<br />

ya no subió a verme. No pasa nada, me digo. Le pedí espacio y, de todas<br />

formas, no sé si ahora mismo podría estar con él. Aun así, no puedo evitar<br />

sentirme decepcionada.<br />

El sitio es muy agradable y las camareras también. Me siento a una<br />

mesa y pido un café. No sé qué pasará cuando llegue a casa, lo <strong>que</strong> sí sé es<br />

<strong>que</strong> la casa de la playa está maldita. No pienso volver nunca más. Cole y<br />

yo estábamos bien <strong>hasta</strong> <strong>que</strong> llegamos aquí. Y ahora míranos.<br />

Estoy removiendo el último dedo de café cuando se abre la puerta y<br />

aparece Travis. La cafe<strong>te</strong>ría está casi vacía; enseguida me localiza y ve <strong>que</strong><br />

<strong>te</strong>ngo los ojos hinchados de llorar. Me levanto y corro a su encuentro. Ya<br />

no estoy enfadada con él, lo abrazo con fuerza y él me acaricia el pelo.<br />

—Tranquila, Tess —susurra—. Todo saldrá bien.<br />

—Gracias por venir a buscarme.<br />

Sollozo contra su pecho y él me aprieta aún más fuer<strong>te</strong>.<br />

—Siempre puedes contar conmigo, hermanita, pase lo <strong>que</strong> pase. Venga,<br />

volvamos a casa.<br />

Paga el café rápidamen<strong>te</strong> y deja propina a las camareras. Nos sentamos<br />

en el coche y sintoniza mi emisora favorita. Suena una canción de The<br />

Civil Wars, <strong>que</strong> es exactamen<strong>te</strong> lo <strong>que</strong> necesito. Cierro los ojos, apoyo la<br />

cabeza en la ventanilla y me <strong>que</strong>do dormida.<br />

—Está conmigo... No, me la llevo a casa. Está cabreada, gilipollas. No<br />

la voy a llevar de vuelta. Vale, sí, se lo diré cuando se despier<strong>te</strong>, pero solo

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!