21.02.2019 Views

te odiare hasta que te quiera

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Todo el mundo empieza a aplaudir y a aclamarnos, momento en el <strong>que</strong><br />

Cole decide soltarme y cogerme solo de la mano. Saludamos con una<br />

reverencia y no puede evitar levantar la voz por encima del torren<strong>te</strong> de<br />

aplausos.<br />

—Y así, señoras y señores, es como se hace un paso de baile en<br />

condiciones —grita, guiñándole el ojo a un enfurruñado Henry y a una<br />

colorada Nicole.<br />

Estoy totalmen<strong>te</strong> de acuerdo, ha sido el mejor momento de la noche.<br />

Todavía cogidos de la mano, me lleva fuera de la pista de baile. Somos<br />

la última pareja en actuar, así <strong>que</strong> ya podemos dispersarnos y hacer lo <strong>que</strong><br />

nos venga en gana. Necesito beber al menos un par de litros de agua,<br />

<strong>te</strong>ngo la garganta más seca <strong>que</strong> el desierto del Sáhara. Me dirijo hacia la<br />

mesa de las bebidas y me tomo una cantidad generosa de la única bebida<br />

disponible: una especie de ponche de frutas de aspecto un tanto extraño.<br />

—¿Qué <strong>te</strong> <strong>te</strong>ngo dicho sobre lo <strong>que</strong> se sirve en las fiestas? —pregunta<br />

Cole, e in<strong>te</strong>nta arrancarme el vaso de plástico de la mano.<br />

Necesito <strong>que</strong> ese líquido fresco fluya sin descanso por mi gazna<strong>te</strong>, así<br />

<strong>que</strong> le aparto la mano de un golpe.<br />

—Ya sabes <strong>que</strong> es bastan<strong>te</strong> probable <strong>que</strong> le hayan echado alcohol,<br />

¿verdad?<br />

Seguramen<strong>te</strong> tiene razón, y estoy a punto de atragantarme con el<br />

ponche, pero an<strong>te</strong>s me meto un par de lingotazos.<br />

—¡No es verdad! —pro<strong>te</strong>sto, tan madura como siempre, pero me<br />

deshago del vaso por si acaso.<br />

Si el presunto alcohol no ha entrado ya en mi cuerpo, prefiero no <strong>te</strong>ntar<br />

a la suer<strong>te</strong>.<br />

—No <strong>te</strong> preocupes, no le habrán echado nada demasiado fuer<strong>te</strong>. Hoy en<br />

día a los chavales les preocupa demasiado la autoridad —me explica, y<br />

pone los ojos en blanco como si le decepcionara <strong>que</strong> nadie se haya<br />

atrevido a vaciar una bo<strong>te</strong>lla de Jack Daniel’s en el ponche.<br />

—Bueno, tú nunca has <strong>te</strong>nido ese problema, ¿verdad, Stone?<br />

El comentario sarcástico no es mío, me doy cuenta cuando veo a Travis<br />

dirigiéndose hacia nosotros, ignorando las miradas curiosas de los<br />

metomentodos <strong>que</strong> nos rodean. Las mujeres, con las caras hinchadas por<br />

el bótox, susurran entre ellas. Sé lo difícil <strong>que</strong> es para Travis presentarse<br />

en un acto como es<strong>te</strong>, no necesita <strong>que</strong> las chismosas de turno se lo<br />

compli<strong>que</strong>n todavía más.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!