21.02.2019 Views

te odiare hasta que te quiera

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

he visto duran<strong>te</strong> esta última semana, tu idea de ocuparse de algo es dejar<br />

<strong>que</strong> Nicole <strong>te</strong> piso<strong>te</strong>e con esos pies as<strong>que</strong>rosamen<strong>te</strong> grandes <strong>que</strong> tiene.<br />

De pronto, se me escapa la risa al oír lo de los pies, y todos me miran<br />

extrañados.<br />

—Tiene los pies enormes, ¿a <strong>que</strong> sí?<br />

Cole carraspea an<strong>te</strong> mi más <strong>que</strong> eviden<strong>te</strong> cambio de <strong>te</strong>ma, pero no puede<br />

evitar reírse.<br />

—Una vez le vi los dedos de los pies y son as<strong>que</strong>rosamen<strong>te</strong> largos —<br />

dice Megan, <strong>que</strong> por fin ha reunido el valor suficien<strong>te</strong> para participar en la<br />

conversación.<br />

Cole le sonríe y ella hace lo propio, orgullosa de haberle arrancado una<br />

carcajada a Cole Stone.<br />

—Esto no significa <strong>que</strong> me haya olvidado de lo <strong>que</strong> estábamos hablando<br />

—dice él, muy serio, y las dos lo miramos como si en cualquier momento<br />

fuera a retomar el in<strong>te</strong>rrogatorio sobre Nicole. Pero de pronto en sus<br />

labios se dibuja una sonrisa espectacular y dice—: Os voy a llevar a las<br />

tres a esa fiesta y vais a saber lo <strong>que</strong> es pasárselo en grande.<br />

¿Debería desconfiar de sus in<strong>te</strong>nciones por sis<strong>te</strong>ma? Sí, debería, pero<br />

por desgracia es otro punto más <strong>que</strong> añadir a la larga lista de cosas <strong>que</strong><br />

basculan entre el «debería» y el «podría».<br />

Cole me acompaña en coche a casa como lleva haciendo toda la semana.<br />

Empiezo a cansarme de esperar el golpe. Desde <strong>que</strong> llegó, no ha<br />

provocado ningún daño importan<strong>te</strong> a su alrededor. Tengo el número de<br />

urgencias memorizado en el <strong>te</strong>léfono y, siempre <strong>que</strong> estoy con él, la mano<br />

preparada para darle a la <strong>te</strong>cla. ¡Pero no hace nada! Aparca en la entrada<br />

de casa. Qué raro, normalmen<strong>te</strong> se para lo justo para <strong>que</strong> me baje, pero<br />

hoy apaga el motor y de pronto me doy cuenta de <strong>que</strong> está tramando algo.<br />

—¿Qué? —me pregunta al ver <strong>que</strong> lo estoy mirando fijamen<strong>te</strong>—.<br />

¿Creías <strong>que</strong> <strong>te</strong> iba a llevar arriba y abajo a cambio de nada?<br />

—¿Qué quieres, <strong>que</strong> <strong>te</strong> pague?<br />

No <strong>te</strong>ngo ni un duro. He invertido todos mis ahorros en el fondo para el<br />

coche, al <strong>que</strong> mi padre también ha contribuido. Una camarera a tiempo<br />

parcial no es <strong>que</strong> gane mucho, y yo encima in<strong>te</strong>nto no pedir dinero a mis<br />

padres si puedo evitarlo.<br />

—No, no quiero dinero. Tengo hambre y quiero <strong>que</strong> me des de comer

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!