21.02.2019 Views

te odiare hasta que te quiera

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Abro la boca para llevarle la contraria y decirle <strong>que</strong> no <strong>te</strong>ngo miedo,<br />

pero se me adelanta.<br />

—No <strong>te</strong> moles<strong>te</strong>s en negarlo. Te he visto mirar por encima del hombro<br />

cada dos por tres desde <strong>que</strong> nos hemos ido de la puñe<strong>te</strong>ra fiesta, así <strong>que</strong> sé<br />

<strong>que</strong> hay algo <strong>que</strong> <strong>te</strong> asusta. Lo más fácil sería <strong>que</strong> <strong>te</strong> metieras tú misma en<br />

la cama o podría hacerlo yo, pero ahora mismo no me ape<strong>te</strong>ce levantar<br />

pesas.<br />

—También podría dormir en la habitación de mis padres —murmuro<br />

entre dien<strong>te</strong>s, y Cole, <strong>que</strong> me ha oído, se ríe.<br />

—Inténtalo si quieres, Tessie, pero <strong>te</strong>ngo el presentimiento de <strong>que</strong><br />

acabarás volviendo y an<strong>te</strong>s de lo <strong>que</strong> imaginas.<br />

Media hora más tarde estoy en la habitación de mis padres, muerta de<br />

miedo y apretando la colcha a mi alrededor para <strong>que</strong> me pro<strong>te</strong>ja como si<br />

fuera un capullo. Mis ojos se dirigen una y otra vez hacia la puerta y las<br />

ventanas cerradas, como si en cualquier momento pudiera aparecer<br />

alguien.<br />

Alguien o Hank, para ser más exactos.<br />

In<strong>te</strong>nto dormir, pero en cuanto cierro los ojos empiezo a recordar y a<br />

visualizar todo lo <strong>que</strong> ha pasado y se me revuelve el estómago. Ya no sé<br />

qué más hacer, nada funciona. Da igual <strong>que</strong> respire hondo o <strong>que</strong> canturree<br />

canciones de moda. No paro de darle vueltas a lo mismo <strong>hasta</strong> <strong>que</strong><br />

empiezo a hiperventilar: la amenaza de Nicole, la cara de Jay y, sobre<br />

todo, las manos de Hank por todo mi cuerpo. Respiro profundamen<strong>te</strong> y me<br />

levanto de la cama. Necesito distraerme y dejar de pensar en lo <strong>que</strong> ha<br />

sucedido esta noche o me volveré loca, y solo hay una persona cuyos<br />

servicios están disponibles las veinticuatro horas del día.<br />

Cuando vuelvo a mi habitación, lo primero <strong>que</strong> veo es <strong>que</strong> ¡Cole se ha<br />

quitado la camiseta! Está medio desnudo, tumbado en la cama y con las<br />

sábanas tapándole <strong>hasta</strong> la cintura. Tiene mi ejemplar de El alquimista en<br />

las manos y parece absorto en su lectura, así <strong>que</strong> no creo <strong>que</strong> se dé cuenta<br />

si paso disimuladamen<strong>te</strong> por su lado y me tumbo en el sofá para mirarlo.<br />

—Siempre duermo en el lado derecho y no pienso cambiarlo por ti.<br />

Abandono mis planes de ninja y me <strong>que</strong>do plantada donde estoy,<br />

visiblemen<strong>te</strong> avergonzada. No hace ni media hora <strong>que</strong> le he dicho <strong>que</strong><br />

jamás compartiría habitación con él, y mucho menos cama, y aquí estoy,<br />

comportándome como la debilucha <strong>que</strong> soy.<br />

—Puedo dormir en el sofá.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!