21.02.2019 Views

te odiare hasta que te quiera

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

cerrado y la llave la tiene el encargado. Por la forma en <strong>que</strong> le guiñaba el<br />

ojo a nuestra camarera, puedo imaginarme qué se traen los dos entre<br />

manos en el almacén.<br />

—Sigues muy colgada del helado, ¿verdad?<br />

Sigue ahí de pie, sin ayudar y encima molestándome. Por su culpa <strong>te</strong>ngo<br />

<strong>que</strong> robar cubiertos o, ve<strong>te</strong> a saber, puede <strong>que</strong> incluso <strong>te</strong>nga <strong>que</strong> colarme<br />

en el almacén.<br />

—Te agradecería <strong>que</strong> dejaras de hablar y pensaras en una manera de<br />

ayudarme.<br />

Cole reprime una carcajada y me aparta sin demasiado esfuerzo. Se<br />

pone en mi lugar, delan<strong>te</strong> de los cajones, y dice:<br />

—Mira y aprende, novata.<br />

Saca un destornillador del bolsillo trasero de los pantalones y se<br />

dispone a forzar la cerradura como si tal cosa.<br />

—Cómo no, olvidaba <strong>que</strong> estoy con un delincuen<strong>te</strong> —le digo muy seria,<br />

y él me guiña un ojo.<br />

—Solo si me lo pides tú, babe.<br />

—¡Qué asco! No vuelvas a llamarme así.<br />

Se le escapa una carcajada y retrocede doblándose sobre sí mismo de la<br />

risa, justo en el mismo momento en <strong>que</strong> el cajón se abre. Y lo miro<br />

fijamen<strong>te</strong>, como si al fin se hubiera convertido en el chalado <strong>que</strong> prometía<br />

ser desde el día en <strong>que</strong> lo conocí. Sin embargo, de repen<strong>te</strong> el sonido de su<br />

risa se me antoja alegre y no estriden<strong>te</strong>, y lo único <strong>que</strong> me ape<strong>te</strong>ce es<br />

<strong>que</strong>darme aquí plantada, viendo cómo se ríe, mientras el corazón me la<strong>te</strong><br />

desbocado.<br />

—Me refería al cerdito, bizcochito.<br />

Vaya, qué vergüenza.<br />

Después de <strong>que</strong> el delincuen<strong>te</strong> y yo robemos..., no, tomemos prestada la<br />

cuchara, me <strong>te</strong>rmino el helado en paz y nos largamos. No puedo evitar<br />

mirar por encima del hombro por miedo a <strong>que</strong> Betsy, la camarera, salga<br />

corriendo detrás de nosotros y nos lance sus patines mortales.<br />

Venga ya, Tessa, no alucines, ¡solo es una cuchara robada, no el Grand<br />

Theft Auto!<br />

Huimos con mucho sigilo, sobre todo yo, y Cole conduce hacia mi casa.<br />

Sé <strong>que</strong> se está aguantando la risa, pero yo no soy una delincuen<strong>te</strong><br />

consumada como él y, aun<strong>que</strong> no sea más <strong>que</strong> una cuchara, la he robado.<br />

¡Me está convirtiendo en una sin ley! Tengo <strong>que</strong> evitar pasar tanto tiempo

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!