21.02.2019 Views

te odiare hasta que te quiera

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

—¿Q...qué <strong>te</strong> pasa? —Parece <strong>que</strong> no me oye a la primera, así <strong>que</strong> repito<br />

la pregunta—. Jay, ¿qué <strong>te</strong> pasa?<br />

Él sacude lentamen<strong>te</strong> la cabeza y de pronto es como si se acordara de lo<br />

<strong>que</strong> había venido a hacer.<br />

—He oído <strong>que</strong> mañana irás a la fiesta de Jared.<br />

No parece especialmen<strong>te</strong> con<strong>te</strong>nto y yo in<strong>te</strong>nto recordar si conozco a<br />

algún Jared. Entonces, como si se me acabara de encender una bombilla en<br />

la cabeza, me acuerdo de <strong>que</strong> es el chico del comedor, el machaca <strong>que</strong> le<br />

ha organizado la fiesta de bienvenida a Cole, fiesta a la <strong>que</strong> estoy obligada<br />

a ir no solo por culpa del delincuen<strong>te</strong>, sino también de mis padres, a los<br />

<strong>que</strong> ayer por la noche les pidió permiso.<br />

—Supongo <strong>que</strong> sí —respondo sin demasiada seguridad, y en su rostro<br />

se ma<strong>te</strong>rializa una expresión de reproche.<br />

—¿Por qué, Tessa? Nunca has venido a ninguna fiesta, ¿por qué ahora?<br />

—me pregunta con amargura.<br />

Yo retrocedo, dolida. El cuerpo me pide <strong>que</strong> le gri<strong>te</strong> <strong>que</strong> es por culpa de<br />

la psicótica de su novia, pero consigo con<strong>te</strong>nerme, respiro hondo y me<br />

digo a mí misma <strong>que</strong> es Jay. Seguramen<strong>te</strong> lo pregunta por<strong>que</strong> está<br />

preocupado por mí. Es comprensible <strong>que</strong> se le haga raro <strong>que</strong> una chica<br />

como yo vaya a una fiesta y sencillamen<strong>te</strong> está asegurándose de <strong>que</strong> todo<br />

va bien. Me gustaría contarle lo de las amenazas de Cole, el peligro <strong>que</strong><br />

corre mi pe<strong>que</strong>ño Range Rover, pero nuestra relación no es tan estrecha,<br />

resultaría un poco raro <strong>que</strong> me pusiera a despotricar delan<strong>te</strong> de él. Por<br />

Dios, <strong>que</strong> no crea <strong>que</strong> estoy más chalada de lo <strong>que</strong> estoy.<br />

—No lo sé. Siento <strong>que</strong> me estoy perdiendo una par<strong>te</strong> muy importan<strong>te</strong> de<br />

la vida en el instituto —respondo.<br />

Frunce el entrecejo un instan<strong>te</strong> por<strong>que</strong> no esperaba <strong>que</strong> mi respuesta<br />

sonara tan sarcástica. En par<strong>te</strong> es culpa mía por<strong>que</strong>, cada vez <strong>que</strong> Jay<br />

in<strong>te</strong>nta hablar conmigo, yo acabo respondiéndole como mi madre cuando<br />

se le fue la mano con los calman<strong>te</strong>s después de hacerse daño en las<br />

costillas, es decir, parezco una corona de flores en la cabeza de un hippie.<br />

—¿Te obliga Cole a ir?<br />

—¡No!<br />

Se me escapa la risa nerviosa mientras me estiro las mangas del jersey.<br />

Cuando vuelvo a levantar la mirada, Jay sigue ahí, observándome con una<br />

expresión absolutamen<strong>te</strong> escéptica.<br />

—Voy a la fiesta por<strong>que</strong> me ape<strong>te</strong>ce. No <strong>te</strong>ngo tantos deberes como para

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!