21.02.2019 Views

te odiare hasta que te quiera

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

24<br />

Eres un verrugoncio<br />

Siempre he pensado <strong>que</strong> mi capacidad para de<strong>te</strong>ctar la presencia de otra<br />

persona en mi habitación era algo realmen<strong>te</strong> útil. En principio, significaría<br />

<strong>que</strong>, incluso mientras duermo, mis poderes de superninja me pro<strong>te</strong>gen. Sin<br />

embargo, el sábado por la mañana a una hora in<strong>te</strong>mpestiva, las sie<strong>te</strong> para<br />

ser más exactos, parece más una maldición. Bella Durmien<strong>te</strong>, considéra<strong>te</strong><br />

afortunada. ¡Qué suer<strong>te</strong> ser capaz de dormir inin<strong>te</strong>rrumpidamen<strong>te</strong> y<br />

encima sin envejecer! ¿Cómo va a ser eso una maldición?<br />

Me doy cuenta de <strong>que</strong> alguien se acerca sigilosamen<strong>te</strong> a mi cama y no<br />

puedo evitar pensar en una de esas pelis de miedo tan cutres. Si fuera<br />

menos perezosa, me levantaría y gritaría «¡NOOO!». Dentro de mí se libra<br />

una batalla silenciosa. La mitad, bueno, más bien un noventa y nueve por<br />

ciento de mi persona, prefiere seguir durmiendo, mientras <strong>que</strong> el mísero<br />

uno por ciento restan<strong>te</strong> me recuerda <strong>que</strong> Cole seguramen<strong>te</strong> está aquí,<br />

siendo <strong>te</strong>stigo de cómo babeo sobre la almohada. Vestida con mi pijama<br />

de Bob Esponja, ni más ni menos.<br />

¿A <strong>que</strong> no sabes quién gana la batalla?<br />

—Tessie.<br />

Me envuelvo con las mantas <strong>hasta</strong> formar un capullo alrededor de mi<br />

cuerpo. Tengo la cabeza en<strong>te</strong>rrada bajo la almohada e in<strong>te</strong>nto blo<strong>que</strong>ar el<br />

sonido de su voz. Lo quiero, claro <strong>que</strong> sí, y tiene una voz celestial, pero es<br />

imposible <strong>que</strong> algo me parezca agradable a estas horas de la mañana.<br />

—Venga, bizcochito. No me hagas sacar la artillería pesada —me dice<br />

con la voz cantarina, y noto cómo se hunde la cama bajo su peso.<br />

A estas alturas, me he enredado de tal manera con las sábanas <strong>que</strong><br />

parezco una momia.<br />

—Mmmf.<br />

Estoy tan cansada <strong>que</strong> es<strong>te</strong> es el único sonido de pro<strong>te</strong>sta <strong>que</strong> soy capaz<br />

de emitir. Encima el síndrome menstrual sigue dando sus últimos<br />

coletazos, lo cual, sumado a la pereza <strong>que</strong> me embarga, no me permi<strong>te</strong><br />

actuar de una manera coheren<strong>te</strong>.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!