21.02.2019 Views

te odiare hasta que te quiera

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

—No sabía <strong>que</strong> ibais tan en serio.<br />

Travis me mira con ese par de ojillos tan perspicaces <strong>que</strong> tiene y sé <strong>que</strong>,<br />

como siempre, no puede salir nada bueno de esto. Seguramen<strong>te</strong> no he<br />

conseguido engañarlo, a pesar de mis in<strong>te</strong>ntos por esconder lo <strong>que</strong> hay<br />

entre Cole y yo. La cuestión es <strong>que</strong> no quiero <strong>que</strong> lo sepan mis padres, al<br />

menos no todavía. Si se en<strong>te</strong>ran, son capaces de buscar una iglesia y<br />

casarnos en menos de una hora. No es el tipo de presión <strong>que</strong> necesito<br />

ahora mismo. Que Travis lo haya descubierto es bueno y malo al mismo<br />

tiempo. Es bueno por<strong>que</strong> es con quien mejor me llevo de mi familia y<br />

estaría bien poder compartirlo con él. ¿Que por qué es malo? Por<strong>que</strong> no<br />

quiero <strong>que</strong> le dé una paliza a la persona responsable de mi felicidad.<br />

—Solo nos vemos de vez en cuando, no es nada serio —me apresuro a<br />

responder.<br />

Quiero <strong>que</strong> entienda la naturaleza de nuestra relación y para eso<br />

necesito más tiempo. Tiene <strong>que</strong> darse cuenta por sí mismo de <strong>que</strong> Cole ha<br />

cambiado y <strong>que</strong> cuando estoy con él soy más feliz de lo <strong>que</strong> lo he sido en<br />

años. En cuanto lleguemos a casa, me pondré manos a la obra. Le enseñaré<br />

cómo es Cole cuando está conmigo.<br />

Travis coge una bolsa Nike de la cinta transportadora, la suya, y se la<br />

cuelga de la espalda.<br />

—Tú no eres así, Tess, no haces nada <strong>que</strong> no sea serio —me dice<br />

dibujando unas comillas con los dedos alrededor de la palabra «serio»—.<br />

Te entregas a tope o no <strong>te</strong> entregas, así <strong>que</strong> no <strong>te</strong> lo compro.<br />

No puedo mirarle a los ojos, esta conversación me resulta demasiado<br />

familiar. Recuerdo la última vez <strong>que</strong> la tuvimos. Yo estaba en casa,<br />

llorando como una Magdalena por<strong>que</strong> Jay había besado a Missy Reeve<br />

duran<strong>te</strong> un baile del colegio. Sabía <strong>que</strong> él estaría allí y <strong>que</strong> iría con ella, y<br />

por eso no me ape<strong>te</strong>cía ir; pero mi madre insistió. Me obligó a embutirme<br />

en un vestido <strong>que</strong> me iba demasiado pe<strong>que</strong>ño y luego me puso los zapatos<br />

de tacón más incómodos del mundo. Cada segundo encaramada en ellos<br />

era como una tortura, pero con la ayuda de Nicole conseguí abrirme paso<br />

<strong>hasta</strong> el gimnasio. Cole no <strong>te</strong>nía in<strong>te</strong>nción de regalarnos su presencia<br />

a<strong>que</strong>lla noche, así <strong>que</strong> la velada se presentaba prome<strong>te</strong>dora. Por desgracia,<br />

en cuanto vi a Jay bailando con otra chica, muy pegados, y mirándola a<br />

los ojos, supe <strong>que</strong> no debería haber acudido. Por si fuera poco, de pronto<br />

la besó y yo sentí <strong>que</strong> algo se rompía dentro de mí. Recuerdo <strong>que</strong> salí de<br />

allí corriendo, llamé a Travis y le pedí <strong>que</strong> me llevara a casa. Fue entonces

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!