21.02.2019 Views

te odiare hasta que te quiera

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

dentro de la caja. El Cole de ahora... Bueno, la verdad es <strong>que</strong> no sé qué va a<br />

hacer. Sé <strong>que</strong> suena estúpido, faltan apenas unas horas para <strong>que</strong> empiece el<br />

concurso y ni si<strong>quiera</strong> he visto el vestido <strong>que</strong> voy a llevar.<br />

No soy la única a la <strong>que</strong> le preocupa el <strong>te</strong>ma.<br />

—Hablando de vestidos, ¿cuándo piensas mirar el tuyo? —pregunta<br />

Megan mientras con<strong>te</strong>mplamos la caja <strong>que</strong> descansa sobre la cama.<br />

Es como si fuera una bomba con <strong>te</strong>mporizador <strong>que</strong> nos hará saltar por<br />

los aires en cuanto la to<strong>que</strong>mos.<br />

—No quiero abrir la caja. Ni ahora ni nunca —admito, y las dos me<br />

miran con incredulidad.<br />

—Tendrás un vestido de reserva, ¿no? Por mucho <strong>que</strong> me gus<strong>te</strong> el<br />

riesgo, no creo <strong>que</strong> sea buena idea entrar desnuda.<br />

—Ahora mismo lo último <strong>que</strong> necesito son tus ironías, Beth. El<br />

problema es <strong>que</strong>...<br />

No sé cómo explicárselo. Nadie entiende lo difícil <strong>que</strong> me resulta<br />

confiar en Cole. Es como si supiera <strong>que</strong>, cuando abra la caja, será como<br />

consolidar la relación <strong>que</strong> <strong>te</strong>nemos ahora mismo, por impredecible <strong>que</strong><br />

sea. Si resulta <strong>que</strong> dentro de la caja encuentro lencería o un biquini<br />

minúsculo, sabré <strong>que</strong> nada ha cambiado. Me gusta pensar <strong>que</strong> sí <strong>que</strong> ha<br />

cambiado, <strong>que</strong> hemos avanzado mucho. Ha hecho tantas cosas para<br />

demostrarme <strong>que</strong> no es el Cole de an<strong>te</strong>s <strong>que</strong> estoy a punto de dejar de<br />

desconfiar en todo lo <strong>que</strong> hace.<br />

—Ton<strong>te</strong>rías, Tessa, <strong>te</strong> dijo <strong>que</strong> su madre estaba con él cuando lo<br />

compró. Tan feo no puede ser.<br />

Observo el cepillito de rímel <strong>que</strong> Beth tiene en la mano y rezo para <strong>que</strong><br />

no me lo meta en el ojo.<br />

—Beth tiene razón.<br />

Megan se pone de pie y se acerca a la caja. La coge, me la trae y la<br />

coloca sobre el tocador, <strong>que</strong> está abarrotado de potingues.<br />

—Ábrela —me dice, y puedo ver la de<strong>te</strong>rminación <strong>que</strong> hay en sus ojos<br />

verdes.<br />

Obviamen<strong>te</strong>, no <strong>te</strong>ngo otra opción. Más me vale acabar con esto cuanto<br />

an<strong>te</strong>s si no quiero salir ahí fuera en bata. Si lo demás fallara, aún <strong>te</strong>ndría<br />

tiempo de improvisar un vestido con los volan<strong>te</strong>s de las cortinas. No soy<br />

una princesa de Disney, eso está claro.<br />

Cojo aire y me pongo manos a la obra. Quito primero el lazo, seguido<br />

del papel <strong>que</strong> envuelve la caja. Cuando solo me falta levantar la tapa,

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!