21.02.2019 Views

te odiare hasta que te quiera

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

una forma tan desin<strong>te</strong>resada, tan sincera, <strong>que</strong> me avergüenzo de <strong>te</strong>ner<br />

miedo de lo <strong>que</strong> siento por él.<br />

Respiro hondo, <strong>te</strong>ngo <strong>que</strong> hacerlo y cuanto an<strong>te</strong>s.<br />

Me doy la vuelta entre sus brazos y con<strong>te</strong>mplo su rostro, su cabello<br />

alborotado y sus ojos, <strong>que</strong> brillan más <strong>que</strong> de costumbre. Hasta el último<br />

poro de mi cuerpo se muere de ganas de estar con él. ¿Cómo puede ser<br />

<strong>que</strong> nunca lo haya gritado desde los <strong>te</strong>jados del pueblo, cuando es tan<br />

eviden<strong>te</strong>?<br />

Me inclino hacia él y poso mis labios sobre los suyos, imprimiendo en<br />

ese beso todo lo <strong>que</strong> siento. Lo beso lentamen<strong>te</strong>, saboreando el roce de sus<br />

labios contra los míos. Él responde al instan<strong>te</strong>, sus brazos se <strong>te</strong>nsan y me<br />

aprieta contra su pecho de forma <strong>que</strong> ya no <strong>que</strong>da ni un milímetro entre<br />

los dos. Siento <strong>que</strong> sonríe contra mi boca. Pues me alegro, amigo, por<strong>que</strong><br />

esa sonrisa está a punto de crecer.<br />

Retrocedo, me pongo de puntillas y le sujeto la cara entre las manos. Él<br />

me mira y sus ojos transmi<strong>te</strong>n tanta <strong>te</strong>rnura <strong>que</strong> <strong>te</strong>ngo <strong>que</strong> echar mano de<br />

toda mi fuerza de voluntad para no volver a besarlo.<br />

Que sea lo <strong>que</strong> Dios <strong>quiera</strong>.<br />

—Te quiero.<br />

Silencio, eso es lo <strong>que</strong> recibo. Si me concentro, puedo oír el latido<br />

furioso de nuestros corazones. El mío amenaza con estallar y a<strong>te</strong>rrizar<br />

entre nuestros pies convertido en un amasijo de carne y sangre.<br />

De pronto me muero de vergüenza. ¿Y si he metido la pata? ¿Y si él no<br />

sien<strong>te</strong> lo mismo o no está preparado para decirlo? Lo he mandado todo al<br />

gare<strong>te</strong>. No puedo llorar, no quiero llorar, al menos no ahora.<br />

Pero pasa algo alucinan<strong>te</strong> y siento <strong>que</strong> los trocitos de mi pobre corazón<br />

se recomponen uno a uno.<br />

¡Cole sonríe! Bueno, decir <strong>que</strong> sonríe es <strong>que</strong>darse corto. Sus labios<br />

dibujan una sonrisa tan ancha <strong>que</strong> me asusto por su pobre cara. Le brillan<br />

los ojos, vuelve a <strong>te</strong>ner color en las mejillas y al fin sus labios buscan de<br />

nuevo los míos. Puedo sentir la sonrisa a través del beso. ¿Y el beso en sí<br />

mismo? Pues por poco no pierdo la cabeza. Su lengua me pide paso y yo<br />

se lo concedo con mucho gusto. Estamos ávidos el uno del otro, cada uno<br />

acaricia el cuerpo del otro. Nuestras lenguas se enredan, los labios<br />

mordis<strong>que</strong>an, acarician, saborean. Es una sensación nueva, una emoción<br />

<strong>hasta</strong> ahora desconocida <strong>que</strong> siempre me había faltado.<br />

Cuando al fin nos separamos para recuperar el aliento, Cole apoya su

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!