21.02.2019 Views

te odiare hasta que te quiera

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

oda.<br />

Obviamen<strong>te</strong> las cosas no salieron como pensábamos.<br />

Alucino al ver cómo le cambia la cara después de lo <strong>que</strong> le ha dicho<br />

Cole. Abre la boca y la vuelve a cerrar como si fuera un pez. No se le<br />

ocurre ninguno de los comentarios sarcásticos <strong>que</strong> me ha dedicado todos<br />

estos años. Me gusta ver <strong>que</strong>, por una vez, es ella la <strong>que</strong> se sien<strong>te</strong><br />

amenazada; casi podría darle las gracias a Cole. Casi.<br />

—Ya vale, tío.<br />

Jay in<strong>te</strong>rviene para defender a su novia. Es un poco tarde para eso, pero<br />

no puedo evitar <strong>que</strong> me duela <strong>que</strong> la defienda a ella y a mí no.<br />

—Pues dile a tu novia <strong>que</strong> deje de ser tan bruja —responde Cole sin<br />

inmutarse, y juro <strong>que</strong> Nicole se pone colorada de la vergüenza.<br />

—Cole —dice Jay con un tono de adver<strong>te</strong>ncia, los puños cerrados y<br />

apretando la mandíbula.<br />

—Jay Jay —replica su hermano disfrutando de forma muy eviden<strong>te</strong> de<br />

la situación.<br />

An<strong>te</strong>s de <strong>que</strong> la cosa vaya a más, suena la campana y entra el señor<br />

Spruce, el profesor, cada vez más calvo y con su maletín en la mano. Todo<br />

el mundo ocupa sus asientos, incluida yo. Imagina mi sorpresa cuando,<br />

por primera vez en siglos, alguien aparta la silla <strong>que</strong> está junto a mí y<br />

Cole Stone, ¡Cole Stone!, se sienta a mi lado. Él finge <strong>que</strong> no pasa nada<br />

mientras yo lo miro fijamen<strong>te</strong>.<br />

—¡No puedes sentar<strong>te</strong> aquí! —exclamo in<strong>te</strong>ntando no levantar la voz,<br />

por<strong>que</strong> el señor Spruce ha empezado a pasar lista.<br />

—Si hacerlo no me mata ni pone en peligro mi deseo sexual, claro <strong>que</strong><br />

puedo.<br />

Arrugo la nariz an<strong>te</strong> lo descarado de su respuesta y él se ríe de mi<br />

incomodidad.<br />

—No, en serio, no puedes. ¡La gen<strong>te</strong> no se sienta aquí!<br />

—¿Tienes alguna enfermedad contagiosa?<br />

—¡No! —respondo, y miro a mi alrededor para asegurarme de <strong>que</strong><br />

nadie nos oye, especialmen<strong>te</strong> la pareja <strong>que</strong> se sienta dos mesas más<br />

adelan<strong>te</strong>.<br />

—¿Tienes alguna fijación sexual con los pies?<br />

—Puaj, no.<br />

—¿Tienes pensado usar la información <strong>que</strong> puedas ob<strong>te</strong>ner de mí<br />

duran<strong>te</strong> la clase para avisar a tus amigos de la mafia y ponerle un precio a

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!