21.02.2019 Views

te odiare hasta que te quiera

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

8<br />

Estás sonriendo como un salido en la esquina de una calle<br />

chunga<br />

A la mañana siguien<strong>te</strong>, me despierto por culpa de la molesta luz matinal<br />

<strong>que</strong> entra por la ventana. Pro<strong>te</strong>sto y me doy la vuelta, de modo <strong>que</strong> mi cara<br />

acaba aplastada contra las sábanas, y me maldigo por no haber corrido las<br />

cortinas an<strong>te</strong>s de me<strong>te</strong>rme en la cama. Me tapo la cabeza con mi suave<br />

mantita lila e in<strong>te</strong>nto dormirme otra vez.<br />

Sin embargo, mientras in<strong>te</strong>nto caer en un sueño profundo, soy<br />

conscien<strong>te</strong> de <strong>que</strong> algo es distinto y eso me fastidia. Estoy demasiado<br />

calentita, demasiado a gusto para levantarme a comprobar por qué dormir<br />

—una experiencia <strong>que</strong> en ocasiones valoro más <strong>que</strong> la vida misma— me<br />

está resultando tan difícil. De pronto, lo sé, sé cuál es la razón por la <strong>que</strong><br />

mi estúpido cerebro se niega a apagarse para dejarme dormir e identifico<br />

lo <strong>que</strong> es distinto.<br />

Las sábanas no huelen al de<strong>te</strong>rgen<strong>te</strong> con olor a melocotón <strong>que</strong> usa la<br />

asis<strong>te</strong>nta. Es como si hubiera sido sustituido por algo más fuer<strong>te</strong>, otro olor<br />

mucho más ape<strong>te</strong>cible y <strong>te</strong>ntador. Me dispongo a inspirar con glotonería el<br />

delicioso aroma cuando, de repen<strong>te</strong>, mi cerebro pone la directa y saltan<br />

todas las alarmas dentro de mi cabeza. Es<strong>te</strong> olor no es mío y tampoco<br />

tiene nada <strong>que</strong> ver con ninguno de los miembros de mi familia. Solo<br />

conozco a una persona capaz de dejar semejan<strong>te</strong> rastro a su paso y ahora<br />

mismo no quiero pensar en las circunstancias de la situación en <strong>que</strong> me<br />

encuentro.<br />

Me doy cuenta de <strong>que</strong> ya no estoy dormida, sino tumbada en la cama<br />

oliendo las sábanas como una acosadora obsesionada, y me desvelo de<br />

golpe. Me levanto de un salto, gruño y pa<strong>te</strong>o el suelo por<strong>que</strong> me ape<strong>te</strong>ce<br />

seguir durmiendo. Estoy cabreada. Bos<strong>te</strong>zo abriendo la boca de par en par<br />

y me paso una mano por mi pelo enmarañado.<br />

—Estás hecha toda una damisela.<br />

Mis ojos siguen perdidos en los últimos retazos de sueño, así <strong>que</strong> <strong>te</strong>ngo<br />

<strong>que</strong> entornarlos y enfocar la mirada para localizar a la persona <strong>que</strong> tiene

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!