Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Cuidado Ourus, cuidado.<br />
El siguiente laboratorio es más espantoso aun. Es una complicada<br />
fábrica de armas ofensivas. El instinto de la gran máquina viviente que lo<br />
ocupa, y controla a un grupo de androides laboriosos, advierte mi cercanía<br />
mental y pone a funcionar sus defensas. Automáticamente, se rodea<br />
de un aura mental protectora. Los delicados colores oníricos de esa aura<br />
incitan mi curiosidad y trato de palparlo con mi etérea mano... la retiro en<br />
el acto. ¡Tiene la incandescencia del miedo!<br />
—¡Vete! —ordena intimidante la máquina—. Quién quiera que seas,<br />
porque me veré obligado a atacarte. ¡Vete!<br />
Los androides no advirtieron mi presencia, ni interrumpen su labor.<br />
¡Ah! Encontré el gran cerebro que la gobierna. Está muy bien escondido<br />
dentro de una masa fluidica de glías electromagnéticas, en el<br />
que permanece sumergido y muy seguro de si mismo. Las glías sintéticas<br />
generan un inteligente campo mental, invencible, como ellas lo suponen,<br />
protector. El cerebro absorbe la energía y utiliza los vastos conocimientos<br />
de los hombres que flotan con la vida suspendida en la cápsula cercana.<br />
—¡Vete! ¡Esta advertencia es la última! ¡Vete!<br />
Siento cierta aprensión por lo que voy ha hacer. Esta máquina creadora<br />
de destrucción, con algunos cambios que se pudiera hacer en su<br />
estructura intrínseca y orgánica, puede transformarse en maravilloso artefacto<br />
de exitosa utilidad para el... El bien es tan efímero e inexacto<br />
como el mal; tiene el mismo significado que la ilusión. Voy ha destruirla<br />
sin más miramentos.<br />
Las pocas neuronas con que cuenta son exactamente naturales pero<br />
gigantes y poseen extraordinaria eficacia, bastándose a sí mismas para<br />
realizar funciones, que normalmente en animales o en humanos, son ejecutados<br />
por un número abrumadoramente mayor. Cada una de ellas acumula<br />
una individualidad e inteligencia interna artificial amplísima, casi infinita,<br />
manifestadas en resultados que estoy comprobando con sorpresa.<br />
La máquina me ataca. Siento la formidable presión expansiva que<br />
ejerce sobre mí su candente rayo cargado de neurosis. No me produce<br />
malestar alguno.<br />
—¡No puede ser! —exclama asombrada—. ¡Esto es imposible!<br />
Aumenta su fuerza.<br />
—¡Me niego a creerlo! ¡Nada humano puede soportar tanta locura<br />
inyectada, es inconcebible!<br />
207<br />
R.HUAYNA INGÉNITO