08.05.2013 Views

ingénit - Liceus

ingénit - Liceus

ingénit - Liceus

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Encuentro una noche lúgubre y tremante, recordada por aterradores<br />

aullidos. El frío flota torvamente sobre las miasmas vaporosas e ilimitadas<br />

del ambiente, y zumba fétido entre nudosos troncos de desconocidos<br />

árboles, imagino la discordia del moho sobre ellos... Mis pasos resuenan<br />

por el tétrico paisaje originando un lejano eco, allí donde monstruosos<br />

anfibios cantan, interrumpidos por momentos por la pesadilla<br />

crototante salida de gargantas cuyas siluetas no tienen formas. A mis<br />

espaldas oigo un imperceptible zumbido que rasga el aire. Veloz giro<br />

sobre mi mismo y detengo dentro de mis manos una degeneración absurda<br />

de reptil. Trató de morderme mortalmente y ahora continúa intentándolo,<br />

retorciéndose con tanta vehemencia que consigue herirse a sí<br />

mismo. Desenredo su escamoso cuerpo de mi brazo y lo lanzo a buena<br />

distancia dentro de las entrañas de la noche. Luego por una vereda invadida<br />

por el olvido y salpicada de sangre, voy en cualquier dirección hundida<br />

en las espesas brumas. Más tarde distingo junto al camino una casucha<br />

arruinada y rodeada de jardines ajados por la pereza. En tiempos<br />

mejores, la casa y el jardín juntos debieron ser una magnífica obra maestra,<br />

en contraste con la actual en la que todos los materiales están impregnados<br />

de terror.<br />

Chirriando lastimeramente se abre una horrenda puerta<br />

rememorando antiquísimos episodios de feliz convivencia. En el nugatorio<br />

interior de sombras flácidas, me encuentro con no más que dos ojillos de<br />

fuego en lo alto de los vanos de la puerta, contemplativos y enigmáticos.<br />

—¿Quién eres? —inquiere ronca y lejana la voz venida del dueño<br />

de los ojillos.<br />

No respondo.<br />

—¿Quién eres?<br />

Suena atávico. No soporta mi silencio, lo considera ofensivo.<br />

—¿Quién...?<br />

Se exaspera, permitiéndose abandonar la complicidad de las sombras.<br />

¡El engendro es espeluznante! ¡Es una agresión anárquica a lo existente!<br />

Se muestra tal como es, sin máscaras síquicas: membrudo y corpulento,<br />

su cuerpo humano deformado por animalezcos injertos. Sin<br />

embargo ¡viste una resplandeciente coraza!: Esto explica una antigua<br />

adoración al amor y a la sabiduría. ¡Esta perenne ignorancia y asaz, rodeando<br />

un residuo maravilloso, debe acabar!<br />

¿Justicia?<br />

99<br />

R.HUAYNA INGÉNITO

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!